Este miércoles 16 de noviembre se celebraba un evento en el paraninfo de la Universidad Pablo de Olavide, un sitio que no visitaba desde que era profesor y asistía a esos congresos y encuentros de profes a los que solía asistir. Creo recordar que la última vez que estuve por allí fue hace unos cuantos años en un evento de la Sociedad Thales de profes de Matemáticas, pues mi amigo Eugenio Fedriani era el presidente de la Thales Sevilla y además era rector o vicerrector de la UPO, creo recordar.
Pero en esta ocasión no se trataba de un evento educativo, sino que se celebraba el I Congreso de supervivientes de cáncer, titulado «Llenos de vida» y organizado por la Fundación Sandra Ibarra. Me enteré del evento gracias a las redes de la amiga Elordi García, aunque ya nos contó algo el día que estuvo con nosotros en nuestro programa de radio «La voz de los imparables». Para inscribirse de forma gratuita había que mandar un correo a la Fundación. Y yo me dije a mí mismo: «¿Un miércoles que no tengo que ir a Salamanca? Yo quiero ir a esto». Se lo comento a mi Merchi y, como siempre, me dice que si me apetece ir… vamos los dos. Mando el correo el lunes en el que explico que, debido a mi movilidad reducida, necesito ir con acompañante. Me contestan que no hay problema, que les mande los nombres y números de móvil nuestros y quedamos inscritos.
El programa era el siguiente:
Muy interesante todo sobre el papel, pero después se plasmó en la realidad. Mi Merchi y yo hemos disfrutado de lo lindo, escuchando experiencias y, sobre todo, aprendiendo mucho. Médicos, pacientes y familiares en un mismo evento y luchando por lo mismo: por apoyar la investigación, luchar contra el cáncer y, sobre todo, dar respuestas a las personas que superan un cáncer, los supervivientes.
Nada más llegar nos encontramos con nuestros amigos Antonio y Lola, que iban en representación de la Asociación ATMOS, recogimos la bolsita con el programa y la pulserita y buscamos un sitio donde sentarnos que fuera accesible.
Tras la bienvenida de Sandra Ibarra y del rector de la UPO, Francisco Oliva, vimos un vídeo de la doctora María Neira, de la OMS y fue Juan Ramón Lucas quien fue presentando las distintas mesas redondas que se fueron desarrollando durante toda la mañana. Todo el evento también se pudo seguir en directo desde la distancia pues se transmitía por streaming. Se habló de la urgencia de seguir una estrategia contra el cáncer, del cáncer de mama y del de próstata y la salud sexual, de salud mental y emocional, de salud física y nutrición, de salud laboral y de salud social y familiar… y esa pregunta de ¿quién cuida al cuidador?
Me gustaría destacar las intervenciones de mi amiga Elordi en su mesa de Salud laboral -¡qué buena es y cuántas verdades dijo!- y la de Manuel Cardenete -exconsejero de Educación- en la mesa de cuidadores, como cuidador de su mujer Laura. Estuvo sembrao, como decimos por aquí, y mi Merchi así se lo hizo saber cuando nos lo presentó Laura. Muy bien también Juan Ramón Lucas en la entrevista que le hizo al investigador Mariano Barbacid, uno de los mejores investigadores de este país, y que dijo que le encantaría que el auditorio en el que estábamos se llenara otro día de supervivientes de cáncer de páncreas. Esto sería muy buena señal, pues ahora mismo es muy difícil. Y el Congreso lo cerró el doctor David Vicente Baz, director de la Estrategia de cáncer en Andalucía. Magnífica su intervención, como ese #pandemiacáncer que hace día tras día en Twitter para divulgar la necesidad de investigación y dar información a profesionales, pacientes y familiares.
Muy buena la intervención de Sara Escudero antes y después de la pausa para el café. Nos trajo un monólogo con grandes dosis de humor. Como ella misma dijo, Sara es la que se sentaba con un cojín en su sillón del programa «Zapeando» para que se le viera.
En un momento dado preguntó Sandra al auditorio el número de años extras que llevábamos cada uno desde que nos detectaron el cáncer. Empezó ella diciendo que lleva 27 años… y se escuchó de todo, desde año y medio hasta 43. Yo dije cinco, que ya mismo los cumplo. Alguien iba sumando con la calculadora de su móvil todo y dio un total de 601 años de vida extra. Supervivientes…
Me encantó poder saludar a gente conocida -Lola, Antonio, Elordi, el doctor David Vicente…- y poder desvirtualizar a tantos otros -Laura, Manuel, Juan de Janssen, que se me presentó como seguidor mío, Sandra Ibarra y Juan Ramón Lucas-.
Mucha información la que nos hemos traído, muchos aprendizajes, muchas emociones… y algún que otro candidato y candidata para estar con nosotros en «La voz de los imparables», nuestro programa de radio. Porque si hoy había algo en ese auditorio eran personas imparables, os lo aseguro.
Hoy me he acordado especialmente de todos aquellos que conocía de una u otra forma y que se nos han quedado por el camino. Por ellos tenemos que seguir… y me gustaría terminar este artículo con tres lemas de luchadores que ya no están con nosotros y que consiguieron mucho dando visibilidad a sus enfermedades: Pablo Ráez y su «siempre fuertes», que consiguió una gran cantidad de donantes de médula; Pau Donés y su «Vivir es urgente» -que hoy llevaba yo en la camiseta- y el amigo Valentín García y su #yomecuro, que sigue estando en mi muñeca en forma de pulsera roja desde que me la mandó.
Gracias a la Fundación Sandra Ibarra por este congreso y por permitirnos a mi Merchi y a mí estar en el mismo. Todavía nos dura la emoción y nos vinimos de allí con más ganas todavía de seguir. Ya las teníamos, pero esta recarga de pilas ayuda.
Y ahora tengo que ver esto de la Escuela de vida…