Mucho han tardado, pero ya aparecieron… Tras cumplirse un mes de la muerte de Antonio Puerta, los llamados «periodistas» y «contertulios» empiezan a lanzar interrogantes del tipo: ¿se pudo salvar a Puerta? ¿se hizo todo lo posible por salvar su vida? ¿los primeros auxilios fueron los adecuados?… Con una cámara oculta han recogido impresiones de médicos del Virgen del Rocío asegurando que «si todo se hubiera hecho bien, Puerta estaría ahora mismo con nosotros comiéndose unas croquetas«. ¡Tiene guasa la cosa! ¡Lo que hay que oir! ¿Por qué se insiste en esto?
Ni soy médico ni entiendo de estos temas, pero he escuchado muchas versiones de profesionales de la medicina sobre lo ocurrido y se han podido oir opiniones para todos los gustos. Lo más lamentable de todo esto es que se siga hablando del tema -y están anunciando otro programa para este sábado para ahondar un poco más en la herida-. La familia ya no sólo tiene que estar destrozada por haber perdido a un hijo, hermano, novio o sobrino sino por tener que oir las cantidades de sandeces que se dicen en estos programas.

Hay que quedarse con lo que Antonio Puerta nos dejó: el hermanamiento entre las dos aficiones sevillanas, el cómo se volcó el mundo del fútbol y la sociedad en general… no entremos en cuestiones que lo único que hacen es alimentar el morbo y dar pie a la prensa amarilla y «tomatera» que cada vez pulula más a sus anchas por este pais.

¡Lamentable!

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