Mi hermana me hace llegar por correo electrónico esta noticia del diario Expansión & Empleo. La verdad es que el artículo no tiene desperdicio y es que no se me puede olvidar que yo soy matemático, aunque sea de lo que menos ejerza en los últimos tiempos. Dice en el mismo:

«Vocación, dedicación y constancia son tres de los requisitos más importantes para superar la carrera de Matemáticas, una titulación que, a pesar de su alta tasa de empleo, cuenta cada vez con menos alumnos en sus facultades. Sólo entre los años 2000 y 2005, el número de matriculados en estos estudios se redujo en un 43 por ciento.»

Espectacular dato este último del que ya tenía referencias, sobre todo por el número de alumnos que se matriculan en la Facultad de Matemáticas de la Universidad de Sevilla que son cada vez menos… y eso que el nivel se va bajando. Jesús, Fernando, Julio, Aníbal, Paco… ¿os acordáis de cuando llegamos el primer día a clase de Análisis Matemático I y nos dicen: «Las integrales las habéis tenido que aprender en el instituto y, por tanto, se dan por sabidas. Dentro de un mes habrá un examen exclusivamente de integrales que es condición necesaria pero no suficiente -¡toma lenguaje matemático!- para aprobar esta asignatura»? Y todo el mundo a comprarse el Coquillat, a estudiar por su cuenta y a hacer integrales «por un tubo».

Yo creo que eso hoy en día es impensable. Algún día seguiré contando episodios de la carrera de la que, a pesar de todo, guardo muy buenos recuerdos…

Con respecto a este gráfico tengo que decir que empecé donde la mayoría (en el sector rojo – docente) y en la actualidad me encuentro en el sector naranja (Administración Pública), aunque nunca se me puede olvidar que yo soy docente.

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