¡Qué verdad es ese refrán que dice que «Cada uno cuenta la feria según le va»! Y esto lo podemos trasladar a la Semana Santa, porque uno ha podido leer de todo en las redes sociales. Hoy es Lunes de Pascua y ayer se acabó la Semana Santa de 2023, por lo que es momento de hacer balance de cómo ha transcurrido todo, aunque cada uno, como he dicho antes, lo habrá vivido de una forma distinta.
Lo que es un dato objetivo es que ha sido una Semana Santa plena en Sevilla, pues han podido salir todas las cofradías y hemos podido disfrutar de los pasos en la calle. No ha habido chaparrón ni pandemia que lo haya impedido. Y bien que lo necesitábamos… ¡Lo tranquilos que han estado estos días los meteorólogos y la gente de la AEMET!
La Semana Santa que yo he vivido es una, que puede que no tenga nada que ver con la que has vivido tú, seas cofrade o no. Yo soy cofrade, muy cofrade, de siempre, aunque no tanto como mi Patri y mi yerno Alberto. Estos dos me ganan por goleada. Lo que también es cierto es que ahora yo estoy limitado de movimientos, tengo movilidad reducida debido a mi enfermedad, por lo que no puedo pegarme los lotes de andar que me pagaba antes, y menos aún con la cantidad de gente que había por las calles todos los días. Gente de aquí y turistas… Mucho turismo, tanto nacional como extranjero. Al menos esa es la sensación que yo tengo. ¿Sevilla está de moda? ¿Le están quitando el centro de Sevilla a los sevillanos? Siempre ha venido gente de fuera a ver la Semana Santa de Sevilla porque tiene fama en el mundo entero -¡por algo será!-, pero me da a mí la impresión de que este año se ha desbordado todo un poco.
Hay dos temas polémicos por delante de otros: las sillitas de la gente y los paneles de la carrera oficial. Estos últimos se dice desde el Ayuntamiento y el Consejo de Cofradías que se han puesto como medida de seguridad, para que la gente no se pare a ver los pasos mientras están pasando por la carrera oficial. Me parece bien si se trata de una medida de seguridad pero, en mi opinión, habría que revisarla porque hay sitios donde no se interrumpe el paso de la gente y hay paneles. Por ejemplo, en la plaza Virgen de los Reyes cuando salen los pasos de la Catedral. Esto da la sensación de dar una Semana Santa en exclusiva a los que tienen silla en la carrera oficial. Y algunos dirán: «Pero es que las cofradías se pueden ver en otros sitios que no sea la carrera oficial». Y yo le digo: «El Santo Entierro Grande no». Sólo se juntaron todos los pasos y el cortejo completo en la carrera oficial.
Y lo de las sillitas es un problema que se viene viendo desde hace años. No estoy en contra del uso de las sillitas -de hecho, yo las he usado-, pero hay que hacerlo bien. Hay mucha gente que se pone con su silla en una esquina o en un sitio de paso de la gente que necesita moverse y escuchan eso de «Por aquí no pasas, que llevo esperando nosecuanto tiempo y ya estoy harto/a de que no pare de pasar gente por aquí». Se trata de civismo y educación, como en tantas cosas de la vida.
¿Y mi Semana Santa cómo ha sido? Podemos decir que ha sido buena porque, dadas mis limitaciones físicas, demasiado he visto. Y ha sido gracias a la ayuda de mucha gente, a la que le agradezco cada uno de los detalles que ha tenido conmigo.
Para mí la Semana Santa no empieza el Domingo de Ramos, sino que empieza antes y todo lo he contado por aquí, desde la procesión de Amor y Bondad en Sevilla Este del sábado antes de Semana Santa hasta que el Sábado Santo vimos a la Soledad de San Lorenzo. Al Señor Resucitado ya no fuimos a verlo porque estábamos cansados.
He salido de nazareno dos veces. La primera el Sábado de Pasión con mi Hermandad de San José Obrero. Iba con mi Talquita y ya pudimos comprobar que sería una Semana Santa de mucha gente en la calle. La segunda vez salí de nazareno la Madrugá en mi Hermandad de Los Gitanos gracias a mi amigo Carri, que soltó su cruz con la que suele salir detrás de la Virgen de las Angustias y, a cambio, empujó mi silla de ruedas todo el camino. Después de la Catedral se incorporó su hijo Pablo, que ayudó en esta tarea. Los últimos metros del recorrido los hice andando empujando mi silla de ruedas vacía, como hice el año pasado.
Con mi Merchi he ido al centro tres veces: Martes, Miércoles y Sábado Santos. Y hemos ido porque los tres días teníamos silla asignada. El Martes Santo nos invitó nuestra amiga Sonia y el Ayuntamiento de Sevilla a ver las cofradías desde los palcos del Ayuntamiento. Era la primera vez que íbamos y la verdad es que fue toda una experiencia. Miércoles y Sábado Santos teníamos asignadas unas sillas junto a la Giralda, en la calle Carlos Amigo. Sillas que el Ayuntamiento sortea entre las personas discapacitadas y de movilidad reducida que lo solicitan. Lo solicité en su momento y tuve la suerte de que me tocaron estos dos días. Perfectamente atendidos estuvimos allí por personal de Cruz Roja y pudimos ver todas las cofradías y pasos del Santo Entierro Grande que al salir de la Catedral giraban a la izquierda.
El resto de días vimos la Semana Santa en la tele. Es una suerte tener tres canales locales que la transmitían: 7TV, 101TV y PTV, más los canales que transmitían a través de Youtube. Transmitían en directo desde distintos puntos -entradas, salidas, carrera oficial, sitios de interés…-. Y por las mañanas repetían lo del día anterior. O sea, oferta había y el que no quería ver Semana Santa era porque no quería.
Gracias a nuestro amigo taxista Alfredo que nos ha llevado los tres días al centro, gracias a Sonia y al Ayuntamiento de Sevilla por permitirnos disfrutar de una magnífica experiencia. Gracias a mi amigo Carri por empujar mi silla de ruedas y por acompañarme en la estación de penitencia de nuestra Hermandad de los Gitanos. Gracias a todos los nazarenos, costaleros, capataces y músicos que han tenido algún detalle con nosotros -que no han sido pocos-.Y, sobre todo, gracias a mi Merchi por estar siempre a mi lado.
Hemos creado un álbum digital de fotos que hemos compartido la familia con más de 500 fotos y vídeos. Ahí hay para entretenerse… SALUD y ESPERANZA… mucha ESPERANZA.
Y estamos a 12 días para que empiece la Feria de abril de Sevilla… ¡Casi na!