No , la primera parte no está aquí. La escribí en Columnas Blancas y surgió a raíz de la buena eliminatoria de Copa del Rey realizada por el Betis frente al Barcelona. No voy a insistir en lo ya contado en dicha entrada, pero he querido escribir aquí una segunda parte por los comentarios dejados en la misma.
Empezaba el post original diciendo que muchos de los que visitan Columnas Blancas -mayoritariamente sevillistas, como es lógico- seguramente no estarían de acuerdo conmigo con la forma en la que yo entiendo la rivalidad. Y basta comprobar los primeros comentarios al post para darse cuenta que efectivamente es así.
Y sí, es verdad que el Sevilla le ganó el partido de ida de la Supercopa de España por 3-1 al Barcelona allá por el mes de agosto, pero esto no contradice lo que yo digo en el artículo: «…Y en el partido de vuelta han conseguido ganar los de la avenida de la Palmera por 3-1, siendo el primer partido que el Barcelona ha perdido fuera de casa en Liga y Copa«. ¿No hay contradicción, verdad?
Agradezco también los comentarios de @elfregonero (Carlos) y Lola, así como los que me han dejado en Facebook y en Twitter amigos/as béticos/as, todos ellos con respeto y demostrándome el porqué son amigos míos y sabiendo entender perfectamente el concepto de rivalidad sana.
Pero lo que me ha llamado la atención sobremanera es la cantidad de comentarios dejados por chicos y chicas de la clase de Lola. Esto es enseñar, educar en directo, mostrarle a su alumnado lo importante que es adquirir valores como respetar al adversario, o al que piense distinto de ti, o al que tenga otros gustos, aunque para ello haya que apoyarse en el fútbol, que, por cierto, a Lola ni siquiera le gusta.
Son alumnos de 6º de primaria, de 11 años. Empezaron comentando este post que escribió el fregonero tras el partido de ida, fomentando el que comentaran los sevillistas al artículo escrito por un bético. Y después al revés: los béticos debían comentar el artículo escrito por mí -sevillista- en Columnas Blancas. Aunque finalmente comentaron indistintamente béticos y sevillistas.
Les agradezco infinitamente a ellos sus comentarios y a Lola su forma de enseñar, porque estoy seguro que con esto que han hecho han podido aprender más sobre el respeto que aprendiéndose cualquier texto que pudiera venir en un libro de ídem.
Y me quedo con el último comentario de Lola: «…lo que me importa de verdad es ver que con este trabajo y otros que hicimos antes, la inquina, los gritos a la vuelta de un fin de semana, las peleas de patio y el estrés en sus cuerpecitos, ya casi no existe. Se divierten con el fútbol, se gastan bromas, pero no hay violencia ni agresión. Y molaquetecagas. Eso sí, se les va a caer el pelo porque escribiendo en el cuaderno no tienen tantas faltas, pero ni de lejos«.
Sí, es verdad, Lola, tienen que esforzarse para teclear mejor y corregir esas faltas, pero por lo demás me quito el sombrero ante ellos y ante ellas :-). GRACIAS.
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