Soy paciente de mieloma múltiple

Hoy, 5 de septiembre, es el Día mundial del mieloma múltiple. Es el día mundial de la enfermedad que yo tengo desde que me la detectaron hace casi seis años. Si me sigues habitualmente a través de este blog, a través de mis redes o a través de mis libros solidarios, sabrás que soy un pesao con esto del mieloma. Que lo cuento todo -o casi todo- lo que tenga que ver con mi enfermedad y la lucha que mantengo contra ella. Sí, para mí es una lucha… y la voy a ganar, con la ayuda de mucha gente.

Lo he contado por aquí muchas veces, pero lo voy a intentar resumir una vez más, porque creo que el mieloma múltiple es todavía una enfermedad poco conocida y todo lo que se divulgue y se dé a conocer será bueno, porque lo que sí está claro es que nadie está libre de que le toque sufrir esta enfermedad, aunque desde luego mi deseo es que no te toque, ni a ti ni a nadie, ni esta enfermedad ni ninguna otra. El mieloma múltiple es una enfermedad hematológica, es un cáncer de la sangre que de momento es incurable. Se produce por un aumento descontrolado de las células plasmáticas alteradas en la médula ósea y, además de otros posibles efectos negativos, suele atacar al tejido óseo, al menos en mi caso ha sido así.

Y es incurable porque hasta este momento no se puede curar, aunque ya están apareciendo tratamientos más novedosos que están llevando a los pacientes a ese estado de «remisión completa», que suena a gloria bendita. Y los hematólogos y hematólogas todavía no se atreven a hablar de curación, pero lo que sí es verdad es que con estos nuevos tratamientos esos períodos de remisión cada vez son más largos y la recaída tarda más, si es que se produce. Los que somos pacientes de mieloma desde hace un tiempo y hemos recibido varias líneas de tratamiento siempre estamos alerta y cagaos, porque siempre estamos temerosos de esa posible recaída y del ¿y ahora qué?

Yo ya he gastado muchas balas… Desde que me detectaron la enfermedad a finales de 2017 -aunque estoy seguro que la tenía al menos un año antes, porque tenía las proteínas de la orina muy altas y el personal sanitario que me atendió en ese momento creía que era un problema de riñón- han sido siete las líneas de tratamiento distintas que he recibido, entre Sevilla y Salamanca. Lo que no me he podido hacer ha sido un trasplante de médula ósea, ni autólogo (de mis propias células) -lo intentamos dos veces en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla-, ni alogénico -mis hermanas no resultaron compatible conmigo (y mira que las quiero) y en el registro de donantes REDMO no encontraron tampoco a nadie compatible-. Así que mis tratamientos han sido todos de polifármacos, ya sea por vía intravenosa -enchufado a una máquina varias horas y recibiendo el tratamiento a través de un PICC-, por vía subcutánea -un pinchazo en la barriga- o por vía oral – las pastillas de toda la vida-. Y han sido tratamientos convencionales ya aprobados o ensayos clínicos. A esto hay que sumarle las múltiples analíticas, consultas con mis hematólogas -y de vez en cuando hematólogos-, pruebas radiológicas y de todo tipo, visitas al Hospital de Día y algún que otro ingreso hospitalario -el más largo duró dos meses y medio, desde el 1 de diciembre de 2018 hasta el 14 de febrero de 2019, navidades incluidas. Dos meses y medio ingresado en la habitación 123 de la planta de Hematología del Hospital Virgen del Rocío y con movilidad cero. Fue duro, muy duro, pero conseguimos superarlo.

Mi resumen de los tratamientos recibidos lo tengo en un documento. Os pongo aquí una captura de pantalla:

Como a la mayoría le pasa, cuando me dijeron que tenía mieloma múltiple no sabía lo que era ni la gravedad de esta enfermedad. Poco a poco se va uno informando en páginas de confianza, ya que yo soy así: me gusta estar informado de todo e intento filtrar la información que voy encontrando. Creo que es importante que un paciente esté informado de su enfermedad y que pregunte todas las dudas que tenga a su médico de referencia. También creo que es importante conocer las experiencias de otros pacientes, aunque siempre dejando claro que el mieloma múltiple se puede presentar de distintas formas a cada paciente, por lo que lo que vale para uno puede no valer para otro. Se trata de una enfermedad muy personalizada. Un ejemplo claro de esto: el trasplante de médula es de las primeras opciones que se le proponen a los pacientes de mieloma… y yo no me lo he podido hacer.

Hace justo un año estrenábamos la segunda temporada de nuestro programa de radio «La voz de los imparables», que tantos buenos momentos nos han hecho vivir a mi Merchi, a mi hermana Auxi y a mí. Y lo empezábamos con una mesa redonda de pacientes de mieloma, ya que era el Día mundial del mieloma múltiple. En el estudio nos acompañó mi amigo Raúl, que ya había estado en la primera temporada del programa contando su experiencia. Y online estaban Diego, argentino, amigo de las redes y que vive en Madrid y también participó Rita, de Valencia, que lamentablemente nos enteramos que nos dejó unos meses después. Esto es lo más difícil, os lo aseguro, los amigos y amigas que se van quedando por el camino. Pero no pierden ninguna batalla, sobre todo porque lucharon hasta el final. Besos al cielo.

Son varios los pacientes de mieloma con los que mantengo un contacto más o menos regular para intercambiarnos información, preguntarnos cómo vamos y darnos ánimos mutuos. Ahora mismo le mando la mayor fuerza posible al amigo Diego, que se encuentra ingresado en el hospital por culpa de una infección. Pero va a salir de ello, estoy seguro. Esto es lo que tiene una enfermedad como la nuestra, que al estar inmunodeprimidos, solemos estar con las defensas del cuerpo bajas y lo que para cualquier persona sana es un simple resfriado para nosotros puede ser una neumonía con el consiguiente peligro que esto tiene.

Me quiero acordar de varios pacientes de mieloma con los que suelo hablar de forma más o menos asidua, bien personalmente o a través de las redes. De Sevilla: Raúl, Alexis, Guillermo -presidente de la Asociación ATMOS- y Merchi -hermana de mi compi y amiga Paqui a la que le han detectado la enfermedad recientemente-. El malagueño Pedro, que es sevillista como yo y gestiona el grupo internacional de personas con mieloma. Los salmantinos Santos e Isabel y los gallegos que conocí en la Unidad de Ensayos clínicos de Salamanca, Fernando y Camilo. También conocí en Salamanca a la onubense Pepi y al canario Fernando -vive en Gran Canarias pero es argentino-. Y otras personas que contactan conmigo a través de las redes, como Ángeles y Fina. Esto es lo que tiene el tener mucha presencia en las redes, que contactan conmigo muchas personas, pero yo siempre digo lo mismo: «sólo soy un paciente más y te puedo contar mi experiencia, pero lo más seguro es que la tuya sea otra». Respeto máximo a que cada enfermo se tome su enfermedad como considere, porque está claro que las circunstancias familiares, económicas, sociales, etc. también influyen. Eso sí, recomiendo que estén informados de su enfermedad, que le pregunten sus dudas a su hematólogo/a, les doy ánimos y les invito a que se unan al equipo #yomecuro. Esto es una actitud, una actitud positiva para luchar contra la enfermedad, que no cura, pero ayuda a llevarla. Y esto no me lo ha contado nadie, lo he vivido yo con mi cuerpo serrano.

Y no quiero terminar estas líneas sin acordarme de todo el personal sanitario que me ha atendido en el pasado, que me atiende actualmente y que me seguirá atendiendo en el futuro. Todos y todas: personal de limpieza del hospital, quien te trae la comida, celadores/as, adiministrativos/as, auxiliares y TCAEs, enfermeros/as, técnicos/as de pruebas radiológicas, fisios, psicólogos/as, médicos/as… Y las asociaciones que nos ayudan a pacientes y familiares. Hay muchas, pero me gustaría destacar aquellas con las que más he colaborado y sigo colaborando: ATMOS de Sevilla, ASCOL de Salamanca o la Fundación Josep Carreras. Todos y todas se merecen mi aplauso y mi cariño infinito porque me están ayudando a seguir viviendo. No voy a poner aquí nombres porque no acabaría, pero estoy seguro que ellos y ellas saben quienes son. Sólo voy a poner dos nombres de personal sanitario, que son mis dos hematólogas de referencia desde hace mucho tiempo y, por tanto, son mis ángeles de la guarda: la doctora Marta Reinoso, hematóloga del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y la doctora Mariví Mateos, hematóloga del Hospital de Salamanca, presidenta de la Sociedad Española de Hematología y todo un referente mundial en el estudio, investigación y tratamiento del mieloma.

Y de la gente que está ahí cada día… ¿qué digo? Y de mi familia y amigos… ¿qué digo? Y de la gente que me sigue a través de las redes y no paran de mandarme ánimos… ¿qué digo? Y de mi Merchi… ¿qué digo?

Lo he dicho muchas veces, pero estoy seguro que sin ellos nada sería igual, todo sería mucho más complicado. Mi Merchi es mi cuidadora principal y en estos años ha pasado tela… La gente se suele acordar del enfermo, le da ánimos, pregunta por él, pero… ¿quién se acuerda del cuidador o cuidadora? Hay gente que sí se acuerda, pero son pocas. Muchas horas de hospital sentada en un sillón, muchas horas de salas de espera sentada en una silla, muchas veces de una ventanilla a otra para coger una cita o cualquier otra gestión… y muchas cosas más. La vida nos cambió. A ella y a mí. Pero aquí seguimos… camino del #yomecuro. Mi Merchi me suele decir que yo haría lo mismo por ella, y yo le digo que está claro que sí, pero que tan bien no me saldría.

No queda otra que seguir viviendo, sin hacer locuras, pero cuando uno está bien hay que aprovecharlo y hacer las cosas que a uno le gustan, porque los momentos malos suelen venir solos y normalmente sin avisar. Tras recibir el tratamiento de las CAR-T en enero estoy actualmente en remisión completa y sigo un tratamiento de mantenimiento con lenalidomida y análitica mensual controlado por mi doctora Marta aquí en Sevilla. Y trimestralmente hacemos mi Merchi y yo un #SalamancaOnTour para pasar revisión con la doctora Mariví.

Gracias por estar ahí. A seguir viviendo… #SomosImparables #yomecuro

Hablando sobre mieloma con el doctor San Miguel

Ayer tuvimos un nuevo programa de radio de «La voz de los imparables» en Onda Capital, como cada lunes. Y lo empezamos así:

Lunes, 10 de octubre. Sexto programa de “La voz de los imparables” de esta segunda temporada. Volveremos a dedicar este programa al mieloma múltiple, que es la enfermedad que yo tengo, y entrevistaremos a una de las personas más importantes a nivel mundial en la investigación y el tratamiento del mieloma, el doctor Jesús San Miguel, al que agradecemos enormemente el que esté en nuestro programa, ya que son muchas las ocupaciones que tiene. Seguro que este doctor imparable nos cuenta cosas muy interesantes…

Los que hacemos este programa nos podemos seguir considerando afortunados porque nadie nos dice que no a ser entrevistados y a colaborar con nosotros. Quizás sea porque ellos también tienen claro lo importante que es hacer divulgación de estos temas, aunque sea en programas tan modesto como este. A alguien le llegará el mensaje y poco a poco iremos creciendo…

Gracias una semana más a mi Merchi y a mi hermana Auxi por seguir acompañándome en esta loca aventura que tan ilusionados nos tiene. Y, por supuesto, a nuestra técnica Marina que tan bien hace su trabajo detrás de tanto botón y que nos trata de maravilla.

El doctor Jesús San Miguel actualmente es Director de Medicina Clínica y Traslacional de la Universidad de Navarra. Fue presidente de la International Myeloma Society (IMS) del 2012 al 2019.

Buenas tardes, doctor. Muchas gracias por estar con nosotros en “La voz de los imparables”.

Y aquí empieza la entrevista con el doctor Jesús San Miguel que, desde mi punto de vista, fue espectacular. Mi mujer, mi hermana y yo salimos de los estudios de Onda Capital, una vez que terminamos el programa, con la sensación de que habíamos hecho un programón -uno más, aunque suene a inmodesto-. Y, desde luego, esto es gracias a la forma de explicar las cosas del doctor, a su cercanía, a pringarse en temas que pueden ser polémicos, como la situación de la Sanidad en nuestro país. Y nos demostró que, desde luego, es toda una referencia mundial en la investigación y el tratamiento del mieloma múltiple.

La pena es que a través de Facebook no se vio bien porque hubo un problema con la sincronización de la cámara del estudio, por lo que imagen y voz no iban a la misma vez y a veces los que estábamos en el estudio pisábamos las intervenciones del doctor Jesús San Miguel.

Por eso no enlazo desde aquí el vídeo de Facebook. Lo que sí voy a enlazar es el audio del programa completo en iVoox, que se escucha perfectamente y os recomiendo que lo escuchéis. Yo ya lo he escuchado dos veces, además del directo que hicimos: una anoche, en casa con la familia cuando mi Merchi y yo llegamos de ensayar con el coro y una segunda vez esta mañana lo he escuchado en mis auriculares durante el paseo con mi Talquita.

Muchas gracias, doctor San Miguel. Nos ha demostrado usted que es una persona imparable, aunque ya algo sabíamos por todo lo que le hemos seguido durante estos años de enfermedad. A seguir así…

Llevamos ya seis programas de esta segunda temporada y estamos los tres muy involucrados y con ganas de ofrecer contenidos de calidad, dándole siempre voz a personas imparables que divulguen y nos den información sobre aquello que es su especialidad. El próximo lunes… más. Tendremos un nuevo programa de «La voz de los imparables» y, como siempre, esperamos que nos acompañéis…

5 de septiembre

Sí, sé que hoy es día 6, no 5, pero ayer publiqué esto en Facebook:

Este es el enlace a la entrevista completa a mi hematóloga, la doctora María Victoria Mateos y esta es la captura de su última respuesta:

Y hoy participaré en una entrevista en un directo de Instagram de la Fundación Josep Carreras contra la leucemia. Será a las seis de la tarde y este es el enlace: https://instagram.com/imparablescontralaleucemia. Aquí está el anuncio:

https://twitter.com/juanmadiaz/status/1434805704313946115

Es importante darle visibilidad al mieloma múltiple, pues quizás sea el menos conocido de los cánceres de la sangre, aunque es cierto que cada vez se investiga más y se consiguen mejores tratamientos. También hay que destacar que disponemos en España de un equipo de hematólogos/as que son punteros y mundialmente reconocidos en el estudio, investigación y tratamiento del mieloma. El GEM (Grupo Español de Mieloma) es todo un referente, por lo que podemos sentirnos afortunados los pacientes de mieloma españoles. Eso sí, falta conseguir la equidad y facilitar el acceso a los distintos tratamientos a todos, independientemente de su situación geográfica, social o familiar. Se va avanzando -de hecho, yo estoy en un ensayo clínico en Salamanca- pero creo que todavía no es suficiente.

Y los que de verdad se tienen que mojar son nuestros gobernantes, pues sigo pensando que no se aporta lo suficiente para la investigación. De ahí la necesidad de contar con la ayuda de fundaciones y asociaciones e incluso de la industria farmacéutica que es fundamentalmente quien pone a disposición de profesionales y pacientes los ensayos clínicos.

Yo, como siempre, aporto lo que puedo desde mi humilde posición. No soy especialista en estos temas, aunque es cierto que he leído mucho y me intento informar de todas las novedades referentes al mieloma múltiple. Intento ayudar a quien me pide ayuda, en la medida de mis posibilidades, claro; intento difundir y dar visibilidad a través de mi blog y de mis redes todo lo que puedo e intento organizar junto a mi gente iniciativas solidarias que nos sirvan para recaudar fondos que donamos a esas entidades que tanto nos ayudan a pacientes y familiares y que apoyan la investigación. Así que… tenemos que seguir…

Y el dibujo de hoy que me ha salido del paseo con mi Talquita tenía que tunearlo y ponerle esa M de Mieloma múltiple:

Actualización (07/09/2021): Muchas gracias a todos los familiares, amigos y seguidores que nos acompañaron en el directo de Instagram, gracias también a la Fundación Josep Carreras por contar conmigo para esta entrevista y a Claudia, magnífica entrevistadora. Si no pudiste verla en directo, aquí os dejo el enlace. Dura algo menos de una hora.