Nota inicial: Empiezo a escribir esto a las 7 de la mañana – es lo que tiene el dormir tan poco- del domingo 4 de diciembre, que ahora dicen que es el día de la Bandera andaluza… A mí el 4 de diciembre lo que me recuerda es ese pasodoble de «Los piratas» de Martínez Ares… «Era un 4 de diciembre…»
Ayer sábado podemos decir que fue uno de esos días para meter en el «cajón de los días bonitos», como dice mi hermana Auxi. Afortunadamente este cajón cada vez está más lleno. Este es el objetivo: disfrutar de los buenos momentos lo máximo posible.
Ayer, sábado 3 de diciembre de 2022, era un día importante para mi Merchi y para mí. Tempranito puse esto en mis redes y desde estas líneas quiero agradecer la cantidad de mensajes de felicitación recibidos:
Nos fuimos para la parroquia de San José Obrero con nuestras hijas Vero y Patri y con nuestro yerno Alberto. Llegamos allí un poco antes de las 11:00, que era la hora de la ceremonia que oficiaría el padre Abilio, saludamos a nuestra familia y a la gente de nuestro coro, que tuvieron el magnífico detalle de cantar la misa, todo ello capitaneado y dirigido por mi hermana Auxi.
Fue una ceremonia preciosa. Mii hermana Chari hizo una bonita presentación, leyeron mis sobrinos Manu y Ángela y mi cuñada Tamara. El padre Abilio nos dedicó unas palabras preciosas, el coro cantó de lujo y mi hermana Auxi cantó ella sola al final el «Todo es de color» dedicado a nosotros y fue una auténtica maravilla.
Yo llevaba preparada estas palabras y más o menos las pude leer, aunque la emoción me pudo en muchos momentos:
Sirvan estas palabras para agradecer a todos los presentes el que estén aquí para acompañarnos en este día tan especial para mi Merchi y para mí. Gracias, padre Abilio. Gracias a la gente de mi coro, amigos y amigas que tanto nos dan y que tan bien lo hacen. ¡Qué gran coro tenemos! Gracias a la familia de mi Merchi y a mi familia. Sois nuestro soporte, os lo puedo asegurar.
Este 2022 hace 25 años que nos casamos. Fue un 5 de julio de 1997 y la verdad es que lo pasamos genial todos en esa boda, al menos eso nos dijo mucha gente. 25 años después quisimos celebrarlo mi Merchi y yo en Roma, porque a pesar de mi poca movilidad yo sabía que a ella le hacía ilusión visitar Roma y allá que nos fuimos del 4 al 7 de julio. Pero tuvimos mala suerte y por diversas circunstancias adversas no nos salió bien el viaje, aunque algunas cosas sí que las disfrutamos, pero no fue como esperábamos.
Así que ambos nos planteamos que esto no podía quedar de esta forma, con este mal sabor de boca de nuestras bodas de plata, que nosotros teníamos que renovar nuestros votos, aunque fuera de una forma íntima y compartiéndolo con nuestra familia. Y aquí estamos… en la parroquia de San José Obrero, gracias a la colaboración del padre Abilio y delante del Señor de la Caridad, de nuestra Virgen de los Dolores y de nuestro querido Santo, que la próxima primavera visitará el centro de la ciudad para presidir el pregón de las glorias. ¡Gran noticia para nuestra Hermandad!
Y ahora si me lo permitís me voy a dirigir a mi Merchi: Gordi, hace más de 25 años que nos casamos, más 7 años que estuvimos de novios. Llevamos compartida más de media vida de cada uno… y lo que nos queda, si Dios quiere. Tus padres y los míos (besos al cielo) siempre dijeron que fuiste una buena hija y una buena nuera. Y los que aquí estamos podemos asegurar que eres una buena hermana, una buena cuñada, una buena tía, una buena madre y una buena esposa. En definitiva… una buena mujer. Siempre me has ayudado en todo, pero lo de estos últimos 5 años desde que tengo la enfermedad es difícil hasta empatarte. Tú siempre me dices que yo haría lo mismo por ti, y seguramente sea verdad, pero también te digo yo que tan bien no me saldría, seguro.
Ya solo me queda emplazaros a todos los presentes a la celebración de nuestras Bodas de Oro. Será en 2047. El día y la hora ya lo diremos…
Mientras tanto, sigamos viviendo… SomosImparables, SeguimosJuanma, yomecuro
Después le preguntó el padre Abilio a mi Merchi si quería decir algo. Ella no llevaba nada preparado y lo que hizo fue improvisar… Y vaya tela, miarma… Menos mal que llevaba en el bolsillo un paquete de pañuelos.
Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto en una celebración religiosa… y eso que hemos ido a muchas de forma personal y con nuestro coro. Y fue este un sentimiento bastante generalizado, por lo que nos comentaron después.
Tras la ceremonia, mi Merchi y yo compartimos una cervecita -yo SIN- y un aperitivo con la gente de nuestro coro para agradecerles que estuvieran allí. Después recogimos la comida que habíamos encargado y nos fuimos a nuestro campo para celebrarlo como a nosotros nos gusta. En los días previos mi Merchi ya se había encargado de prepararlo todo: compras, reservar la comida, preparar el campo…
Solo estuvimos en el campo mi familia y la familia de Merchi -no pudieron venir los «granaínos» Ángeles, Quino y Luis y bien que lo sentimos-. Cuando hablo de familia me refiero a la familia de primer grado, porque tanto la familia de mi Merchi como la mía son muy grandes y nos llevamos muy bien todos… y si a esto le sumamos los amigos allegados… como me dijo ayer mi primo Diego, tendríamos que haber alquilado el Palacio de Congresos para caber todos. Es una fortuna sentirse tan queridos y todos estaban con nosotros de corazón, pero queríamos que fuera una celebración íntima y creo que lo conseguimos.
Y lo pasamos genial… Tuvimos suerte con el tiempo pues hizo un buen día, aunque algo fresquito. Menos mal que hicimos una fogata impresionante en el carrillo que nos mantuvo fuera hasta la noche. Buena comida, buena bebida, buenas conversaciones y buenos cantes… como a nosotros nos gusta, sobre todo, sevillanas y villancicos.
Y llegó el momento del regalo… Se juntaron todos para regalarnos una placa con un mensaje precioso y una noche en el hotel Eurobilding de Torre Sevilla. La noche del domingo 4 de diciembre, el día de la bandera andaluza, es decir, HOY.
Y aquí estamos mi Merchi y servidor disfrutando de estas magníficas instalaciones y de las vistas tan impresionantes de nuestra querida Sevilla… y aquí estoy acabando este post viendo esto que tengo justo enfrente mía:


Esta es mi gente… la que estuvo presencialmente y la que estuvo de corazón. Más días como este es lo que yo quiero… Mil gracias a todos. Seguimos…