Hace más de dos años escribía en este mismo blog un primer post sobre lo que suponían las barreras arquitectónicas y urbanísticas para las personas discapacitadas o con movilidad reducida, como es mi caso. Os recomiendo que os lo leáis antes de seguir leyendo este post para que os pongáis en antecedentes.
Lo primero que me gustaría decir en esta ocasión es que la normativa se incumple en muchas ocasiones, y desgraciadamente pocas veces se arreglan los errores cometidos. Soy el primero en reconocer que de estas cosas se da uno cuenta cuando lo vive en primera persona o con alguien de su familia, pero también es cierto que la normativa está para cumplirla y, si se trata de un organismo perteneciente a la Administración, con más razón, ya sea edificio público, mobiliario urbano o calle.
¿Qué dice la ley respecto a las barreras arquitectónicas?
La Ley 8/1993, de 22 de junio, de Promoción de la Accesibilidad y Supresión de Barreras Arquitectónicas, tiene por objeto garantizar la accesibilidad y el uso de los bienes y servicios a todas aquellas personas con discapacidad física, sensorial o intelectual.
Un ejemplo de barrera arquitectónica. Esta foto la hice ayer en un edificio de Sanlúcar de Barrameda, pero no es nuestro edificio. Hay buena intención en poner la rampa… ¡pero qué rampa! No todo vale… hay una normativa que cumplir, sobre todo, porque lo que debe primar es la seguridad del ciudadano, aunque vaya en silla de ruedas debido a su poca movilidad.
¿Qué son las barreras urbanísticas?
Las barreras urbanísticas son aquellas que encontramos en espacios urbanos o de acceso libre y común. Algunos ejemplos pueden ser: Calles estrechas. Aceras inexistentes, estrechas o con bordillos demasiado altos.
Afortunadamente, poco a poco voy dando pasitos con el andador -mi Talquito-, pero solo puedo hacer en la actualidad recorridos cortos. Para los recorridos largos me sigo ayudando de mi Talquita, que es mi silla de ruedas eléctrica, lo digo para quien no la conozca, aunque yo creo que ya es bastante conocida. Doy este paseo casi a diario, si la lluvia no lo impide, porque además de pasear por el carril-bici, me paro en varios parques urbanos que tienen bicicleta estática y otras máquinas para hacer mis ejercicios diarios. Por cierto, a quien corresponda… A ver si arreglan esto, que después de varios días sigue estando mal y ya sin cartel:
Puedo decir sin temor a equivocarme que el carrill-bici en los barrios de Sevilla-Este, Alcosa y Torreblanca -aquí hay muy poquito, lamentablemente- me lo conozco entero, por lo que sé los tramos que están mejor y peor, dónde da el sol y donde hay sombrita y dónde hay barreras, tipo bordillos sin rebajar o con bordillos mal rebajados. Tengo que reconocer que el personal del Ayuntamiento ha arreglado varias de esas barreras que he puesto en redes, lo cual agradezco mucho, pero es que hay tantas barreras… (baches, pavimento en mal estado, bordillos sin rebajar o bordillos rebajados pero que dejan un escalón y se cargan nuestras ruedas). Hace poco tuve que cambiar las ruedas delanteras de mi Talquita porque estaban en malas condiciones tras chocar tantas veces con bordillos mal rebajados. No me puedo creer que sea tan difícil dejar el bordillo a ras de calzada, la verdad.


Aprovecho para decirle al que va a ser alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, que en plena campaña electoral dijo que destinaría 7 millones de euros al mantenimiento del carril-bici y a la construcción de 12 kilómetros más. Aquí está la noticia. Esperemos que no quede en una promesa electoral de esas que se lleva el viento. Por cierto, estaría muy bien poder salir con carril-bici del barrio de Sevilla Este por la zona de la Autovía de Málaga, porque yo he intentado salir por allí con mi Talquita, he cruzado la autovía por el puente peatonal y me he quedado en Persán. Ya no se puede seguir a partir de ahí hacia la Avenida de Andalucía. Supongo que a alguien se le habrá ocurrido ya, pero yo lo dejo por aquí dicho por si le llega al nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de Sevilla. Se trata de ayudar al ciudadano de Sevilla y de escuchar sus propuestas. ¡Es que he oído esto tanto en la campaña electoral que al final se me ha quedado!
Como ya he dicho muchas veces, Sevilla tiene un magnífico carril-bici, muchos kilómetros en toda la ciudad que usan ciclistas, usuarios de patinetes eléctricos -cada vez son más- y los que vamos en silla de ruedas o scooters eléctricos de minusválidos. Aprovechamos que vivimos en una ciudad bastante llana y con buen tiempo la mayor parte del año. Tengo que reconocer que disfruto cada paseo que doy y agradezco a quien corresponda que podamos tener este magnífico carril-bici, por lo que ayuda a la movilidad de los que lo usamos. Pero ya que lo tenemos, hay que mantenerlo y mejorarlo. El carril-bici se empieza a construir en 2003 siendo alcalde Alfredo Sánchez-Monteseirín y en aquellos momentos recuerdo que fue muy criticado porque se decía que se quitaban muchos aparcamientos… y es que había una cultura de «uso del coche», que todavía sigue existiendo, y los usuarios de bicicletas eran una minoría. En 2007 se acabaron los primeros 80 kilómetros de carril-bici construidos en la ronda histórica y en los barrios. Y a partir de ahí se han ido creando nuevos tramos.
Quiere decir esto que los primeros tramos del carril-bici ya han cumplido veinte años y, aunque a algunos de estos tramos se les ha hecho algún tipo de mantenimiento o incluso se han cambiado por completo, por ejemplo en la ronda histórica, también es cierto que a algunos tramos les ha faltado ese mantenimiento y eso con el paso de los años se nota y mucho. Y, sobre todo, lo que humildemente pido desde estas líneas es que se rebajen TODOS los pasos de cebra y que los rebajes de bordillos que se hagan nuevos y que se revisen sean a ras de calzada y no dejen esos centímetros que hacen que nuestras ruedas sufran.
Creo que es de justicia pedir a los que mandan que se cumplan nuestros derechos, y en este caso me he centrado en las barreras arquitectónicas y urbanísticas que nos encontramos. Como siempre digo, lo pido por mí y por todos mis compañeros, por todas aquellas personas que tienen movilidad reducida y que al encontrarse con una barrera de este tipo hace que su autonomía se vea mermada. No me cansaré de decir que esto es tarea de todos. Por eso seguiré denunciando todo lo que me encuentre y ojalá lo pudiera yo arreglar, pero esto le corresponde a otros, esto va en el cargo.
Terminemos este post con algo positivo: en el otro artículo que escribí hace años denuncié el paso de cebra sin rebajar de la calle Pakistán. Tardaron meses, pero lo arreglaron. Muchas gracias.

Y hace unas tres semanas puse en mis redes otra foto de un paso de cebra sin rebajar en la calle Atletismo. Pasé hoy por allí y tuiteé esto: