Podemos decir que desde hace años este es el fin de semana más importante para la Hermandad de San José Obrero, de la que formo parte como hermano y como director musical de su coro de campanilleros. ¿Y por qué es tan importante este fin de semana si es un fin de semana de mayo, lejano a la Semana Santa? Empecemos por el principio, haciendo un poco de historia de la hermandad.
La Hermandad de San José Obrero es una hermandad relativamente joven. La wikipedia dice que fue fundada en la parroquia de San José Obrero de Sevilla en el año 1960. El 25 de enero de 1961 fueron aprobadas sus primeras reglas. El 15 de septiembre de 1962 fue bendecida una imagen de la virgen, propiedad de la hermandad, con la advocación de Nuestra Señora de los Dolores, realizada aquel mismo año por el entonces joven imaginero Luis Álvarez Duarte. Fue la primera imagen de dolorosa del reconocido imaginero. En el año 2003 le fueron otorgados los títulos de Humilde y Fervorosa. Un año más tarde, se bendice la Imagen de Nuestro Padre Jesús de la Caridad, ópera prima del imaginero Fernando Aguado. En septiembre de 2008, la Virgen de los Dolores realizó su primera salida procesional bajo palio, continuándose los años siguientes en esta fecha. En febrero de 2012 pasó a convertirse en Hermandad de Penitencia, tras aprobarse nuevas reglas. El Sábado de Pasión de 2013 realizó su primera Estación de Penitencia por las calles de su barrio con dos pasos: Jesús de la Caridad acompañado por Simón de Cirene y la Virgen de los Dolores bajo palio. Desde el año 2018, la Estación se efectúa al Santuario de la Hermandad de los Gitanos.
Tanto mi familia como la familia de mi mujer siempre hemos estado muy vinculados a esta hermandad, porque era la hermandad de nuestro barrio. De hecho, mi tío Carlos es el hermano número 1 de la Hermandad y fue Hermano Mayor mucho tiempo, en aquellos tiempos en los que era todo muy complicado, era una hermandad con pocos recursos, de gloria y que sólo sacaba en procesión a San José Obrero cada mes de mayo… y con mucho trabajito. Él tiene muchas anécdotas de aquellos años y de vez en cuando nos cuenta alguna.
Yo desde joven pertenecía al que entonces era el coro rociero de la hermandad. Cantamos en muchos sitios, lo hacíamos bien y nos lo pasábamos estupendamente en los ensayos y en las actuaciones. Guardo un grato recuerdo de aquel coro, pues nos hizo disfrutar mucho. El coro lo dirigió primeramente mi tío y después lo dirigí yo una época. Ahí conocí a mi Merchi, que también pertenecía al coro… y bendita la hora en la que decidí compartir mi vida con ella. ¡Qué bien me ha salido la jugada! 🙂
También estuvimos los dos en el grupo joven casi desde el principio de su creación. Mi hermana Chari también estaba tanto en el coro como en el grupo joven. Mi hermana Auxi era muy pequeña en aquella época y todavía no podía estar con nosotros. Pero fue pasar los años, crecer… y vaya el aporte espectacular de Auxi para el coro actual.
Los que hemos vivido la hermandad desde hace tantos años podemos decir que «somos muy de San José Obrero», del carpintero, de nuestro bendito patrón… porque era el único que veíamos en procesión en la calle. Que sí, que la Virgen de los Dolores estaba ahí, pero no salió hasta 2008 por las calles del barrio. Sin embargo, yo recuerdo desde que era joven la procesión de San José Obrero. Incluso salí un año de costalero debajo de él. Fue la única vez que salí, ya no salí más de costalero. Mi suegra Águeda era «muy de la Virgen», pero no pudo verla en la calle como hermandad de penitencia. Mi Merchi lo ha heredado y es «muy de la Virgen de los Dolores».
San José Obrero desde hace unos años es hermandad de penitencia y, de hecho, sale a la calle cada sábado de Pasión con su cortejo de nazarenos azules y blancos acompañando al Señor de la Caridad y a la Virgen de los Dolores. Y es mucho lo que ha crecido como hermandad, de lo cual me alegro mucho. Muchos niños y gente joven, que son el futuro de la hermandad porque, como siempre digo, las personas vamos pasando, pero la hermandad se queda. Y de ellos es el futuro.
Pero, en mi opinión, nunca debemos olvidar de dónde venimos… Que fuimos una hermandad de gloria con muchas penurias económicas, que sólo sacaba en procesión a San José Obrero… Por eso, cuando hace unos meses por parte del Consejo de Hermandades y Cofradías se decidió que San José Obrero fuera la imagen que presidiera en la Santa Iglesia Catedral el pregón de las glorias de 2023 nos alegramos tanto. Y fue una alegría compartida, entre los más mayores y los más jóvenes, porque el bendito carpintero iría a la catedral en este mes de mayo.
Fue curioso cómo mi Merchi y yo nos enteramos de la noticia. Estábamos los dos a finales de noviembre en el despacho parroquial hablando con el padre Abilio, pues él iba a hacer la ceremonia de nuestras bodas de plata, que celebramos a primeros de diciembre y que también conté por aquí. En un momento de la reunión le suena el móvil al padre, era el hermano mayor de la hermandad, mi tocayo Juanma, y le dice la buena noticia que, por supuesto, comparte con nosotros. Al rato el patio de la parroquia era una fiesta de gente contenta y dándose abrazos. Quedaba mucho trabajo por delante…
Y el culmen de este trabajo será este fin de semana. Ayer viernes hizo San José Obrero el recorrido de ida a la Catedral, hoy sábado presidirá allí el pregón de las glorias que dará Mario Daza y mañana domingo hará el recorrido de vuelta a su parroquia, en una procesión que esperemos que sea triunfal.
El día de ayer fue muy bonito. Un día histórico para la hermandad que pudimos disfrutar de una forma u otra. Mi yerno Alberto llevaba la cruz de guía -mañana también lo hará en el recorrido de vuelta-, mi sobrina Ángela iba con cirio, mi sobrino Manu de acólito con la cruz parroquial delante del paso, mi Patri de apoyo desde fuera, mi hermana Chari de fotógrafa -preciosos los vídeos y las fotos que ha hecho-, y mi hermana Auxi, mi Merchi y yo formando parte del coro de la Hermandad.
La procesión salió a las 16:45 y se recogió en la Catedral sobre las 23:00. Durante el recorrido visitó varias iglesias y hermandades que nos recibieron de forma magnífica en cada uno de los casos. Nuestro coro en cada una de estas visitas interpretó una pieza musical. Fueron siete virtudes que se distribuyeron así:
Os dejo por aquí las grabaciones que hizo mi hermana Chari en cada cántico de las virtudes -sólo falta la primera en el Templo de Los Gitanos- y que hemos subido al canal de Youtube de nuestro coro. Muchas gracias, Chari. Están geniales los vídeos:
Como siempre, me encantó coincidir con gente que conozco y con la que suelo coincidir en temas cofrades, como el fotógrafo Rafa o el amigo Julio, costalero joven que lleva en su costal una de mis pulseras con el #yomecuro y el #SeguimosJuanma:
Y cuando llegamos a la Iglesia de los Terceros alguien le dice a mi mujer: «Tú eres Merchi». Evidentemente le dice que sí y Merchi me presenta a Carmen, secretaria de la Hermandad de la Cena, y me dice que me sigue a través de las redes. Encantado de conocer a Carmen y, por supuesto, la foto de los tres no podía faltar:
Julio Marín (@juliomarin1905), que es fotógrafo y nos seguimos mutuamente en Twitter, me manda estas dos preciosas fotos mientras esperábamos para cantar junto al Templo de Los Gitanos:
Mis hermanas Chari y Auxi también hicieron fotos de mucha calidad. Os dejo por aquí algunas fotos de la procesión y del coro. En la última estamos en la puerta del Palacio Arzobispal con el Arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Sáez:
¡Y qué bien estuvo la Agrupación musical Nuestro Padre Jesús de la Salud de mi Hermandad de Los Gitanos! Cada vez suena mejor esta banda, le pese a quien le pese. Marchas magníficamente interpretadas, lo cual quiere decir que hay mucho trabajo y mucho ensayo detrás. No puede ser de otra forma. ¡Enhorabuena!
Cuando entró el Santo en la Catedral la idea era irnos la familia juntos a tomar algo, porque que estemos los tres hermanos juntos en el centro de Sevilla no es muy habitual, la verdad. Sin embargo, la mayoría de los bares de los alrededores estaban bastante llenos o a punto de cerrar, porque eran más de las once y media de la noche. Mucho turismo, mucho guiri y muchas mesas en la calle. Que está bien, pero al sevillano no se le puede quitar sus sitios y sus costumbres de siempre. Por eso soy un firme defensor del movimiento surgido en redes que se llama #Lostanquesalacalle, que no tiene nada que ver con algo bélico y a pesar de que yo la única cerveza que tomo en la actualidad es sin alcohol, pero veo fatal eso de que prohíban sacar cervezas a la calle para tomarla de pie con unos chochitos o avellanas. Algo que siempre hemos hecho aquí y que es muy sevillano.
Finalmente nos fuimos a «La moneda». Aceptaron atendernos si pedíamos con rapidez, pues estaban a punto de cerrar. No iba allí desde mi etapa de estudiante universitario. No sé porqué, pero este era uno de los bares preferidos de los que estábamos estudiando en la Facultad de Matemáticas… y mira que cogía lejos. Estaba «El Turronero» en Reina Mercedes, que nos cogía al lado, y «La moneda», que nos llevaba el 34. ¡Pocas cervezas y cubatas me he tomado yo en ambos bares! Pero estamos hablando de finales de los ochenta y principios de los noventa. Ya hace tiempo… Ayer me tomé una SIN y pedimos unas raciones que estaban muy buenas. Estaba con Merchi, Patri, Alberto, Chari, Manuel, Ángela, Auxi, mi cuñado Paco, que nos hizo el favor de acercarnos a casa y mi cuñado Javi, que nos acompañó desde mitad de recorrido.
Hay más fotos en este artículo del portal cofrade Arte Sacro. Una lástima que en el texto ni siquiera nombre que actuó el coro de la Hermandad de San José Obrero. Por desgracia, es bastante habitual que no nos nombren, aunque para ser justos hay que decir que no siempre ocurre, pero es algo que no llevo muy bien, tengo que reconocerlo. Y es que pienso que al coro hay que darle su sitio. Ayer, por ejemplo, fueron muchas las felicitaciones que recibimos por nuestra actuación, tanto por parte de gente de nuestra hermandad, como de las hermandades que visitamos, como del público en general. Y esto es algo que a mí como director del coro, y más aún como componente del mismo, me llena de orgullo. Es evidente que a todo el mundo no le puede gustar lo que hacemos, porque el libro de los gustos sigue en blanco, pero al menos se debe reconocer el trabajo que hacemos, que no es poco: ensayos, desplazamientos, actuaciones, etc. Y recordemos, por si alguien no lo sabe o no lo recuerda, que lo hacemos de forma altruista, pues los componentes del coro no sólo no cobramos, sino que nos cuesta el dinero. Y lo hacemos por amor a nuestra Hermandad y a lo que hacemos. No hay más.
A mí me encanta mi coro y lo que hacemos. Creo que lo hacemos de forma muy digna y que nos merecemos disfrutar como lo hicimos ayer, porque hay mucho trabajo detrás. Fue un día magnífico e inolvidable. Seguimos…
Buenas tardes, Juanma!
Ayer, con motivo de esta salida extraordinaria recibí un telefonazo de mi hermano Manolo: “¿Faelo, tú te acuerdas en qué año sacamos nosotros el paso de San José Obrero?
Empezamos a echar cuentas… el se decantó por 1975, yo por 1974.
No sé si fue la primera salida o la primera después de varios años sin salir.
Los costaleros éramos un grupo de amigos que frecuentábamos la Hdad de Los Gitanos (algunos éramos hermanos, otros no) y alguno más, creo recordar, de la Cena (estábamos cerca San Román y los Terceros)
Tu hermano nos podrá aclarar qué año fue esa salida.
Saludo de columna roja a columna roja.
Gracias por tu comentario, Faelo.
Le preguntaré a mi tío Carlos, aunque no sé si por entonces ya estaba por la hermandad o no. En el 74-75 yo tenía 7-8 años.
Un abrazo.