Se nos presentaba por delante un Sábado Santo distinto y muy apetecible, pues además de las hermandades habituales -entre ellas mi Hermandad de la Trinidad- su unía un Santo Entierro Grande, algo que no ocurría en Sevilla desde 2004, y el anterior fue en 1992 con motivo de la Expo92. Parece que hay una regla no escrita que dice que aproximadamente cada veinte años se celebre un Santo Entierro Grande. En el mismo se representa la pasión y muerte de Jesucristo con distintos pasajes representados por distintos pasos sevillanos en orden cronológico. En esta ocasión serían quince, en este orden:
- La oración en el huerto, de Montesión;
- El beso de Judas, de la Redención;
- Jesús ante Caifás, de San Gonzalo;
- Jesús es azotado, de Las Cigarreras;
- La burla, de El Valle;
- La sentencia, de La Macarena;
- Jesús coge la cruz, de La Paz;
- Camino del Calvario, de Pasión;
- La calle de la amargura, de La Amargura;
- La tercera caída, de La Esperanza de Triana;
- Jesús es crucificado, de La Exaltación;
- La conversión del buen ladrón, de Montserrat;
- La expiración, de El Cachorro;
- La muerte, de El Calvario;
- El descendimiento, de La Quinta Angustia.
Pero, como siempre, empecemos por el principio. La mañana del sábado amaneció con un sol radiante, como ha ocurrido todos los días de esta Semana Santa en Sevilla. Afortunadamente en estos días los meteorólogos han vivido tranquilos porque ningún día ha habido amenaza de lluvia, por lo que hemos podido ver una Semana Santa plena, con todos los pasos en la calle. Como el tiempo estaba bueno, yo empecé la mañana dando el paseo con mi Talquita y puse en mis redes esto:
Para evitar cortes de tráfico y poder acercarnos al centro lo máximo posible, quedamos pronto con Alfredo, amigo taxista que nos ha hecho el favor de recogernos y acercarnos hasta la Plaza Nueva cada vez que hemos ido al centro a ver cofradías: Martes, Miércoles y Sábado Santos. Gracias, Alfredo, nos has ayudado mucho.
Quedamos a las 15:15 en casa y llegamos al centro antes de las cuatro. En esos momentos estaba pasando por la calle Granada, junto al Ayuntamiento, la Hermandad del Sol. Ya aprovechamos y la vimos, ya que desde el sitio que teníamos asignado no podríamos verla en condiciones, ya que al salir de la Catedral tiraría para la derecha.



Era el segundo día que teníamos asignado un sitio según el sorteo que ha hecho el Ayuntamiento de Sevilla para personas discapacitadas y con movilidad reducida, como es mi caso. El sitio está muy bien, está en la calle Carlos Amigo, a los pies de la Giralda, y desde ahí se pueden ver todas las cofradías que al salir de la Catedral tiran para la izquierda. Ya estuvimos allí el Miércoles Santo, lo disfrutamos mucho y lo conté por aquí.
Ayer, Sábado Santo, menos la cofradía del Sol y algunos pasos del Santo Entierro Grande, todo lo demás pasaba por delante nuestra. Los Servitas, mi Hermandad de la Trinidad -qué alegría poder saludar a tanta gente conocida: mis amigos José Luis y Sergio y mi amiga Suli, que iban de nazarenos, mi exalumna María, que iba de acólita y los capataces Juanma y Julián, del Cristo de las Cinco Llagas y de la Virgen de la Esperanza, respectivamente-. A todos les deseamos mi Merchi y yo una feliz estación de penitencia y todos se alegraron de verme tan bien. Esperemos seguir así… Esperanza, mucha ESPERANZA.



Después pasaron por delante nuestra seis de los pasos que formaban parte del Santo Entierro grande, con sus respectivos cortejos -llevaban un máximo de 36 nazarenos cada uno-. Vimos El Valle, el Sentencia, Pasión, la Amargura, la Exaltación y el Calvario.









Mi Merchi hizo muchas fotos, que hemos incorporado al álbum digital familiar que tenemos compartido. Un álbum con más de 400 fotos, señal de que hemos disfrutado de una magnífica Semana Santa.
Ya sólo nos faltaba por ver el Santo Entierro y la Soledad de San Lorenzo que, a pesar de su solemnidad, llevaba muchos niños en su cortejo. En el Santo Entierro iba la representación de cada hermandad, con el estandarte y cuatro varas. Entre los componentes de la representación de mi Hermandad de San José Obrero estaban mi cuñado Jesús, mi sobrina Nerea y mi sobrino Manu.





Y hasta aquí llegamos. Muchas cosas que agradecer. Muchas personas a las que transmitir mi agradecimiento. Tocaba disfrutar de la Semana Santa de Sevilla y creo que lo hemos hecho. Con las limitaciones que tengo, pero el disfrute ha sido máximo. Y mi Merchi siempre a mi lado. Lo mejor que me ha pasado en mi vida ha sido elegirla como esposa y compartir mi vida con ella, sin duda. Queda menos de un año para que sea Semana santa otra vez. En 2024 el Domingo de Ramos será el 24 de marzo. Contando los días…