El Martes Santo lo iba a vivir este año de una forma especial, pues por primera vez lo iba a ver desde una silla de la carrera oficial, algo que nunca había hecho. Yo siempre he sido de ver las cofradías fuera de la carrera oficial, y creo que tiene mucho que ver la forma en la que he vivido la Semana Santa desde que era chico, en ese taller de encuadernación que mi familia tenía en la calle Placentines, junto a la Cuesta del Bacalao. Ahí teníamos «nuestro palco», y ahí he disfrutado de unas magníficas semanas santas desde que era pequeño hasta que mi tío Fernando se jubiló. Él era el último de la familia que quedaba con este negocio tan artesano de la familia. Ahora hay en ese mismo sitio un bar de esos modernitos. Lo que ha cambiado el centro de Sevilla estos años… van desapareciendo muchos de los comercios tradicionales y van apareciendo franquicias, negocios, gastro-bares, restaurantes… todo enfocado al turismo, algo que está muy bien y que supongo que será cosa de la evolución de los tiempos y de la globalización que nos rodea, pero también estaban bonitas algunas de las cosas de antes. Esto se llama tradición. Y no hace falta ser rancio para respetar las tradiciones que uno ha vivido con su familia desde pequeño.
Como digo, este Martes Santo yo me estrenaba en las sillas de la carrera oficial. Mi Merchi no, porque de jovencita iba con su tía Ani a las sillas que esta tenía en la Avenida. ¡Y vaya estreno que tuve! Nada menos que en los palcos de la Plaza San Francisco. Nos invitaron a mi Merchi y a mí desde el Ayuntamiento de Sevilla, en concreto su concejal Sonia Gaya que, desde su época de Consejera de Educación podemos decir que somos amigos. Gracias a Sonia y al Ayuntamiento de Sevilla por permitirnos vivir esta experiencia. Nos pusimos en un palco adaptado para personas discapacitadas, lo cual agradecí mucho, porque en los otros palcos se aprovecha mucho el sitio y se está muy apretado, lo cual no es nada bueno para mi pierna.
Disfrutamos los dos mucho, hicimos una gran cantidad de fotos que hemos incluido en un álbum digital de Semana Santa que tenemos la familia, hicimos algunos vídeos y vivimos en directo el percance de la jornada, cuando el palio de la Virgen del Dulce Nombre se enganchó con uno de los cables de la spider-cam, esa cámara que lleva un dron, que puede estar muy bien en los campos de fútbol, pero aquí me parece a mí que sobra, más que nada seguridad. Ya ocurrió un incidente similar el Domingo de Ramos cuando se enganchó el árbol del paso de la Borriquita a uno de estos cables de la cámara. Aquí el incidente hizo que el paso de palio estuviera parado casi veinte minutos y finalmente fue un bombero quien consiguió quitar el cable usando una pértiga.
Esta fue la anécdota de la jornada, pero ya digo que disfrutamos mucho, pues pudimos ver los tres pasos del Cerro, los dos de San Esteban y la Candelaria, los tres de San Benito y los dos del Dulce Nombre y de los Javieres. Cuando pasó el palio de Los Javieres ya eran más de las once de la noche, hacía fresco y, aunque faltaban dos cofradías por pasar -Los Estudiantes y Santa Cruz-, decidimos irnos, aunque cuando estábamos saliendo por la puerta del Ayuntamiento estaba pasando por delante la Virgen de los Dolores de la Hermandad de Santa Cruz. Por supuesto la vimos y, una vez que pasó, nos fuimos andando -yo iba con mi andador- hasta la calle Reyes Católicos para coger un taxi que nos llevara a casa.
Magnífica experiencia que esperemos poder repetir alguna vez. Debido a mis problemas de movilidad está claro que no puedo ver la Semana Santa como la veía antes. Y si a esto le unimos la cantidad de gente que hay por todos sitios y en todos los horarios… creo que sólo me queda la opción de la silla en carrera oficial si quiero ver cofradías en vivo y en directo. La otra opción es la tele, donde emiten en directo varias emisoras locales y lo hacen muy bien, pero no es en vivo, es a través de una pantalla, que no es lo mismo pues no se vive igual.
Si pulsas sobre la siguiente imagen podrás ver el vídeo que emití en directo en Facebook del recorrido que hizo el paso de Presentación al Pueblo de la Hermandad de San Benito cruzando los palcos de la Plaza de San Francisco a los sones de «Costalero». Impresionante.
Y el Miércoles Santo nos tocó a mi Merchi y mí vivir otra bonita experiencia. Hace unas semanas leí esto en el portal cofrade «Arte sacro». Y dada mi discapacidad y mi movilidad reducida me dije: «Solicítalo, Juanma, puede ser que te toque algún día». Lo eché y me tocó Miércoles y Sábado Santos en la zona de la calle Placentines, junto a la Giralda y la la «puerta del lagarto» de la Catedral. Un sitio estupendo, aunque aquí no se ven todas las cofradías ya que esto está fuera de la carrera oficial. Sólo se ven las que al salir de la catedral tiran para la izquierda.
De las nueve cofradías de ayer eran cinco las que pasaban por delante nuestra, aunque nosotros vimos cuatro porque ya se hizo tarde y hacía frío. Vimos El Carmen, La Sed, La Lanzada y Los Panaderos. ¡Casi na! Nuevamente hicimos muchas fotos que subimos al álbum y grabamos algunos vídeos.
Gracias al Ayuntamiento de Sevilla por tener esta deferencia con las personas que tenemos movilidad reducida; no es un privilegio, es una necesidad, ya que si no tuviéramos esta posibilidad seguramente la mayoría de los que por allí estábamos veríamos la Semana Santa en casa por la tele, porque movernos por el centro con tanta gente se nos hace muy complicado. Gracias a mi Merchi por estar a mi lado una vez más, siempre conmigo. Gracias a todos los voluntarios de la Cruz Roja que están allí preocupándose por que estemos bien y siempre con una sonrisa en la cara. Gracias a Juanma Martín, capataz del paso de misterio de Los panaderos, por su saludo. Esta noche espero poder agradecérselo personalmente antes de que saque a Nuestro Señor de la Salud. Gracias a todos los nazarenos que me dieron alguna estampita de su Hermandad, pero me gustaría destacar esto. Gracias, María:
Me encantó conocer a Jose y a Rocío, ambos profesores y padres de Héctor, que tiene una discapacidad e iba en su silla de ruedas. ¡Cómo disfrutó Héctor! ¡Qué cantidad de estampitas y de detalles tuvieron los nazarenos con él! Aunque a Héctor lo que de verdad le gusta son los costaleros. Tuvimos la suerte de que varios pasos los pararon delante nuestra y alucinaba. ¡Qué lección de vida! Gracias, Jose, Rocío y Héctor por el buen momento que nos hicísteis pasar. Lo comentábamos de vuelta Merchi y yo. Ya volveremos a coincidir, seguro.
Os dejo por aquí el vídeo que emití en directo en Facebbok del Cristo de la Sed acompañado de la Banda «Rosario» de Cádiz. Pulsa sobre la imagen para ver el vídeo:
Cuando pasó la Virgen de Regla de Los Panaderos decidimos Merchi y yo que era hora de irnos, aunque faltaba por pasar delante nuestra el Cristo de Burgos. Cogí mi andador y nos fuimos detrás de la banda de música acompañados de un gentío impresionante. Me costaba trabajo avanzar con el andador, pero poco a poco conseguíamos avanzar. Pudimos ver a Madre de Dios de la Palma de la Hermandad del Cristo de Burgos mientras cruzábamos por el paso para peatones junto al Banco de España.
Seguimos andando y llegamos a la calle Reyes Católicos, porque la intención era la misma que el día anterior, coger un taxi en la parada para que nos llevara a casa, pero en esta ocasión no pudo ser, pues ni había taxi ni se les esperaba, porque había mucha gente y no se veía ninguna luz verde. Como ya me costaba trabajo andar más y el tema de los VTC estaba igual de complicado, optamos por el plan B: llamar a nuestra hija Vero para que viniera a recogernos. Estaba avisada cuando nos fuimos de casa por si ocurría lo que al final ocurrió: que no había taxis. Esperamos Merchi y yo una media hora, seguía sin haber taxis, llegó Vero, nos recogió y llegamos a casa. Entre unas cosas y otras era ya la una y media de la madrugada y al día siguiente -o sea, hoy- había quedado a las ocho y media de la mañana con mis amigos de siempre para cumplir con la tradición de cada Jueves Santo, pero esto ya os lo contaré en mi próximo post, junto a la nueva #MadrugáGitana que viviré esta noche, Dios mediante.
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