El jueves pasado por la tarde salimos del hospital mi Merchi y yo tras estar veinte días ingresados en aislamiento para recibir el tratamiento de las células CAR-T y seguir todo el protocolo que conlleva según la asimilación del mismo. Afortunadamente yo lo he asimilado bien hasta este momento -estamos en el día +18 tras la infusión-, aunque como ya conocemos a esta enfermedad y las formas en que muchas veces vuelve a hacerse presente, nunca te puedes confiar, aunque esperanza y fe en este tratamiento tengo toda la del mundo y estoy convencido de que me va a ir bien.
La misma tarde que salimos del hospital quedamos con Emi, de la Asociación ASCOL, para que nos diera las llaves del apartamento que nos iban a dejar para alojarnos estos días y nos explicó todo. Incluso nos llamó al día siguiente -el viernes por la mañana- para preguntarnos cómo habíamos pasado la noche y si necesitábamos algo. Le dijimos que no, que estábamos bien y le agradecimos una vez más su trato hacia nosotros. ASCOL, una asociación de Salamanca de pacientes hematológicos que de verdad ayudan a pacientes y familiares… y eso que a veces tienen trabas por parte de los que mandan. Somos tantos los que tenemos que agradecerle tanto… por eso soy socio de esta Asociación y les hago una donación cada vez que puedo: parte de los beneficios obtenidos de las iniciativas solidarias que organizamos y parte de los beneficios que obtengo por la venta de los libros solidarios que he publicado, que van tres y un cuarto que está en proceso.
La misma mañana del viernes me llamó Mey, una de mis enfermeras cracks de las CAR-T. Llamaba para preguntarme cómo estaba tras salir del hospital, le dije que estaba bien y me confirmó que la primera consulta de seguimiento la tendría el lunes -es decir, hoy- en la Unidad de Ensayos clínicos. Me harían una nueva analítica de sangre y tendría consulta de control. Le agradezco a Mey su llamada y su interés y colgamos.
Durante el fin de semana mi Merchi y yo no hemos salido mucho porque hace bastante frío en la calle y hay que cuidarse. Ella fue a hacer unas compras el mismo viernes y, cuando llegó, salimos a una plaza que tenemos junto al apartamento, pues hacía sol y se estaba bastante bien, la verdad. El sábado hicimos lo mismo, pero poco tiempo porque, aunque estuviéramos al sol, el fresquito se notaba. Y las fotitos no podían faltar:









El domingo sí nos alejamos un poco más, pues fuimos a almorzar a uno de nuestros sitios preferidos aquí: el Restaurante «Ruta de la Plata». Está cerca de nuestro apartamento, pero para mí está lejos por la poca movilidad que tengo todavía. Como yo digo… hice una media maratón. Pero valió la pena porque me tengo que mover y además comimos en condiciones:




El domingo lo terminé viendo cómo mi Sevilla acabó perdiendo 3-0 frente al Barcelona y dando una imagen pésima. ¡Vaya temporada que llevamos! Pero esto se esperaba, porque desgraciadamente es habitual que cada vez que el Sevilla FC se presenta en el Bernabéu o en el Camp Nou -y no Nou Camp-, y que ahora se llama Spotify Camp Nou, parece que le cuesta competir, se encierra atrás, abandona la posesión de balón y se suele traer unos cuantos goles en contra. Este año lo que toca es luchar por salvarse y esperar que la próxima temporada cambie bastante. De todas formas, lo de siempre… «Vamos mi Sevilla», «Nunca te rindas» y «Sevillista hasta la muerte». Vuelvo a recordar que el pasado sábado fue el Día Mundial contra el cáncer… y esto sí que es importante. Todo lo demás es secundario.
Hoy lunes por la mañana nos levantamos temprano, un poco después de las 8:00 llamamos a un taxi para que viniera a recogernos y nos llevara al hospital. Una vez allí, nos dirigimos a la Unidad de Ensayos Clínicos y, cuando saludamos a todas nuestras enfermeras cracks y a todo el personal que estaba por allí, fue Marta, otra de mis enfermeras cracks que se encarga de las CAR-T, quien me hizo la extracción de la sangre para la analítica y quien me pasó el cuestionario de evaluación que hay que rellenar en una tablet para evaluar todo el proceso desde antes del ingreso. Todo con nota máxima, menos la comida que nos dan a los pacientes ingresados y a sus acompañantes. Incluso escribí sobre esto de la comida en la observación final, aunque supongo que no servirá de nada, pero al menos hay que intentarlo. Por lo menos que alguien lo lea y que alguien se pregunte porqué vuelven tantas bandejas casi sin tocar. Un hospital de esta categoría, con estas instalaciones y con este personal merece que el paciente y su acompañante puedan comer mejor, algo que ahora es bastante difícil.
Como había que esperar el resultado de la analítica, nos fuimos Merchi y yo a desayunar a la Cafetería del hospital, pero antes pudimos saludar a Jose, otro paciente de mieloma, que es de Granada y que estaba acompañado por su mujer, Mónica. Nos dimos ánimos mutuos y fuerzas para seguir. Cuando volvimos del desayuno esperé tumbado en una cama de Ensayos mi turno para entrar en consulta. Y mi Merchi sentada a mi lado, como siempre. Pudimos saludar a Irene y a Elena, ambas coordinadoras de ensayos. Se alegraron de verme tan bien y ambas son un encanto.


Hoy no estaba Mariví y fue Bea quien me llamó a su consulta. Allí estaba con Elena, otra hematóloga. Me preguntaron cómo estaba. Yo les dije que estaba muy bien, salvo los dos problemas que tengo desde hace tiempo, desde antes de las CAR-T: el problema del habla y el problema de la piel seca y los picores. Me dijo Bea que seguiríamos viéndolo y que no dejara de ponerme la crema que me mandaron los dermatólogos. Nos confirmó que los resultados de la analítica estaban bien, nos revisó y actualizó la medicación y, como comprobó que estaba bien, nos dijo que la próxima revisión y consulta sería el lunes 13, dentro de una semana, pero que es muy recomendable que sigamos por Salamanca y cuidándonos, pues hace muy poco tiempo de la infusión.
Por tanto, podemos decir que vamos bien de momento, lo cual es muy buena noticia. Cuando salimos del hospital cogemos un taxi y nos llevamos la sorpresa de que el taxista es Juan Carlos, con el que tantos viajes hemos compartido y que ya es amigo. Nos encantó saludarlo y le gustó verme tan bien.
Llegamos al apartamento, me ducho, me echo la crema con ayuda de mi Merchi y ahora… encerraditos para huir del frío, con actividades varias: escribir esto en mi blog, ver en la tele alguna peli, serie y concurso… y a seguir escribiendo y dándole forma al cuarto libro… Y por la noche empiezan los cuartos de final del Concurso del Carnaval de Cádiz. Escucharemos algunas coplas. A seguir viviendo…