A por las CAR-T (11): El alta del hospital

Empiezo a escribir esto en torno a las dos de la tarde de este jueves 2 de febrero y mientras se termina de subir un vídeo que hemos hecho mi Merchi y yo -si, otro vídeo más-. Aquí durante la mañana la conexión a Internet va bastante más lenta, pero después mejora y espero que termine de subirse el vídeo para poder enlazarlo al final de este post.

Acabamos de almorzar mi Merchi y yo -aquí ya sabemos que traen la comida en torno a la una de la tarde, horario de guiris en los hoteles- y tengo que reconocer que estoy emocionado, muy emocionado. Y es que si no lo estuviera sería de piedra o no tendría corazón. Y por varias razones, pero la principal es por encontrarme tan bien y tener la sensación de que este tratamiento de las CAR-T me va a funcionar. Ojalá sea así, lo iremos viendo con el paso del tiempo…

Pero esta emoción es debida a muchas más cosas: esa mujer que me acompaña y que se ha pegado veinte días, uno detrás de otro, encerrada en esta habitación a mi lado sin salir para nada… ¡mi Merchi vale millones!; el que ayer vinieran Javi, mi enfermero sevillista, y Silvia, enfermera con la que esta vez no hemos coincidido, para despedirse de nosotros. La fotito no podía faltar:

Y esta mañana temprano cuando el auxiliar Javi terminaba su turno de noche también se pasó por nuestra habitación para despedirse de nosotros. ¡Otro encanto, Javi!

Esta mañana cuando nos trajeron el desayuno aproveché para escribir esto… y es que si hay algo que eche de menos es un buen desayuno, como los que estamos acostumbrados a tomar por allí abajo… y eso que no puedo tomar jamón durante un tiempo. Pero una buena tostaíta no hay quien me la quite…

Mientras esperábamos la visita de la hematóloga para que nos confirmara el alta también publiqué esto en las redes, y sé que mucha gente se alegró por nosotros:

Fue Almudena, una de mis hematólogas que también me vio ayer, la que se pasó temprano por la habitación para preguntarme cómo estaba, aunque aún no estaban los resultados de la analítica. Le dije que me encontraba bien y al poco tiempo se pasó de nuevo para confirmarme que la analítica estaba bien y que, por tanto, me daba el alta. Emoción máxima. Después de veinte días íbamos a salir del hospital. Nos explicó Almudena el proceso a seguir a partir de ahora: la medicación, las visitas a la Unidad de Ensayos Clínicos -la primera el lunes-… y a partir de ahí ya se irá viendo cuándo nos podremos ir para casa. Pero hasta por la tarde no se dan las altas, así que tranquilos hasta entonces.

Llamo a Soraya, de la Asociación Ascol, para confirmarle que me daban el alta y me dijo que en un rato me llamaría Emi, también de Ascol, para darme toda la información sobre el piso que nos van a ceder y vamos a ocupar Merchi y yo durante estos días que tenemos que quedarnos en Salamanca para los controles post-ingreso. Efectivamente, al rato me llama Emi, me dice la ubicación del piso y me dice que la llame cuando vayamos a salir para vernos allí. Más emoción todavía… ¡Muchas gracias, Ascol!

Esta mañana estaba de enfermera Sara, con la que tampoco habíamos coincidido esta vez, pero a la que ya conocíamos de Ensayos clínicos. Vino acompañada de Paula, que está haciendo sus prácticas y, por supuesto, tampoco podía faltar la foto. Encantadoras las dos.

Como hoy nos vamos de alta, no toca limpieza de la habitación hasta que no nos vayamos, pero nuestra amiga Susana tenía que venir a despedirse de nosotros… y seguro que quedaremos con ella fuera de aquí… por las calles de Salamanca… y por las calles de Sevilla también, no me cabe duda. ¡Gracias por todo, Susana!

Aquí a veces nos aburrimos y hemos hecho mi Merchi y yo algunas cosas para pasar el tiempo -no penséis mal-, como estos dos vídeos que hemos publicado en las redes:

Uno es una letra de carnaval personalizada y el otro es un baile pero, como sevillanos que somos y además feriantes, no podían faltar unas sevillanas con una letra escrita con todo el cariño del mundo para agradecer el magnífico trato que hemos recibido por aquí, aunque tenga la voz como la tengo, pero la intención es lo que cuenta. Gracias por todo. Nos vemos fuera… y si es en Sevilla, mejor.

El próximo post espero que sea de cosas de Salamanca, que es una ciudad preciosa, y no de estancia en el hospital. Gracias por tu apoyo y por estar ahí. Seguimos…

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