Adiós, junio, adiós…

Hoy es 30 de junio y despedimos este mes, que tan complicado suele ser para el mundo educativo por la de cosas que se acumulan en muy poco tiempo al finalizar el curso. Pero este año aún más, tras un curso tremendamente complicado que han tenido que afrontar alumnos, profes y familias. El curso 19/20 se complicó mucho a raíz de aparecer la pandemia en marzo y el consiguiente confinamiento y se intentó «salvar la papeleta» usando la educación online. de mejor o peor forma, pero era la opción que había. Este curso se ha vuelto a las aulas de forma presencial o semipresencial y hay que darle la enhorabuena a toda la comunidad educativa por lo bien que lo han hecho, a pesar de no contar en la mayoría de ocasiones con todos los recursos necesarios. Por tanto, es para desear a todos unas felices vacaciones para volver con fuerza el próximo curso, que esperemos que se pueda normalizar más aún.

En mi caso personal empecé el mes muy bien, con los viajes del #SalamancaOnTour, acompañado por mi Merchi, para ponerme el tratamiento del ensayo clínico en el que estoy participando. Empecé también con los ejercicios de rehabilitación con una fisioterapeuta de Atención domiciliaria que venía a casa; me daba los paseos mañaneros con mi silla de ruedas eléctrica; llegaron a casa los ejemplares de mi segundo libro «Y seguimos siendo imparables» que tenía que dedicar y me harté de hacer dedicatorias y de firmar libros para que les llegaran a los mecenas que así lo habían solicitado lo antes posible… Y yo me encontraba físicamente bien, iba mejorando poco a poco la movilidad y cada vez hacía más ejercicios, con la fisio y por mi cuenta.

Pero llegó el lunes 14 y todo cambió. Me esperaba una segunda parte del mes más complicada. Esa tarde me empezó a aparecer fiebre, pero no muy alta, la temperatura corporal no pasaba de 38,5º. A los enfermos hematológicos nos tienen dicho los médicos que si nos aparece fiebre a partir de 38º hay que acudir a Urgencias. Yo intento evitarlo, porque tengo que reconocer que me da miedo ir a Urgencias, pero no solo por la situación de pandemia que estamos viviendo, sino porque los enfermos como yo solemos estar bajos de defensas y no es muy recomendable estar en el mismo espacio cerrado con otros enfermos durante horas, que es lo que suele ocurrir al no tener un espacio diferenciado. Ya lo conté y lo denuncié por aquí y pienso seguir haciéndolo hasta que se consiga poder estar de una forma más tranquila esperando en Urgencias.

Esa noche nos tocó pasar ocho horas en la Sala de espera de Urgencias, hasta las 6 de la mañana que llegamos a casa con la fiebre controlada gracias a los medicamentos que me dieron. Los siguientes días volvió a aparecer la fiebre por la tarde-noche pero yo no iba de nuevo a Urgencias ni amarrao. Paracetamol y p’alante. Sobre todo porque el jueves tenía revisión en el Hospital de Día de Hematología. Fui a dicha revisión acompañado por mi Merchi, le contamos al hematólogo los episodios febriles que se repitieron los días anteriores y nos dijo que tenía que ingresar para ver de dónde venía esa fiebre y qué la provocaba.

Y desde entonces estamos aquí, ingresado en la octava planta del Hospital General Virgen del Rocío, en habitación compartida -ya he tenido tres compañeros distintos-, haciéndome distintas pruebas para intentar detectar el foco de la fiebre y un poco harto ya tras catorce días de ingreso. Menos esta noche pasada y otro día más se repite la misma situación todos los días: sobre las seis de la tarde empieza a subir la temperatura corporal, se pone en 37,5º y sigue subiendo paulatinamente hasta llegar a 38,2º como máximo. De ahí no pasa, pero ya noto la piel del cuerpo caliente y sé que hay algo de fiebre. Pero no noto ninguna otra cosa, un poco de dolor de cabeza en alguna ocasión y nada más, por lo que yo físicamente me encuentro bien, me dan un paracetamol, se baja la fiebre y ya hasta el día siguiente. Así día tras día con analíticas y cultivos que dan todos negativos, con pruebas que dan resultados normales y quitándome el PICC que tenía puesto en el brazo derecho.

¿Y qué decir de lo que le ocurrió a mi Merchi hace justo una semana? Le robaron la cartera -bueno, parece que se trató de un hurto- e hicieron un uso fraudulento de la tarjeta. Además del mal rato y del momento de ansiedad tenía que emprender un camino infinito de burocracia para intentar recuperar parte de lo que nos han robado -o hurtado, o birlado, o como se diga-. Desde aquí quiero agradecer a mi cuñado Joaquín el que la acompañara para ayudarle en todos estos trámites. Lo primero: poner la denuncia en la Comisaría de Policía. Estaba claro que ella no iba a mentir, la conozco muy bien y sé que es una persona leal y digna, una representante del buenismo, por lo que no iba a contar que se trataba de un robo con intimidación porque no fue así. Le quitaron la cartera por el método del descuido, no hubo violencia ni intimidación en ningún momento. Y la recompensa es que el seguro no se hace cargo de nada. Si hubiera mentido, a lo mejor sí. Así de claro y de triste. Los de Seguros Generali, que son con los que tenemos la póliza de seguro del hogar, me mandaron un correo electrónico -ni siquiera una llamada- en la que nos dejaban claro que al tratarse de un hurto y no de un robo con intimidación no quedaba cubierto con las coberturas de la póliza.

Como derecho al pataleo, puse ayer este hilo en Twitter:

https://twitter.com/juanmadiaz/status/1409905255169527814

Mi mujer y mi cuñado siguen con las gestiones con el Banco y con Carrefour, que es donde se han hecho los gastos, por si conseguimos que se nos devuelva lo que nos han robado. Da mucho coraje y te hace sentir mal, pero le he insistido a mi Merchi en que lo más importante es que no le han hecho daño, que intente pasar página y sigamos centrándonos en lo que para nosotros es prioritario, que es llegar al #yomecuro. En esas estamos y en esas seguimos…

Esperemos que julio venga mejor que como hemos acabado este mes de junio. A ver si conseguimos que la fiebre desaparezca, conseguimos volver a casa y retomar nuestros viajes del #SalamancaOnTour para seguir con ese tratamiento que tan bien me está sentando… El día a día nos lo irá diciendo… y yo os lo iré contando. Como siempre, muchas gracias por estar ahí.

2 comentarios en “Adiós, junio, adiós…

  1. Desde luego que como tú dices este año escolar ha sido complicado…lo sé porque una de mis hermanas es maestra de primaria y la verdad es que han pasado un año difícil tanto profesores como alumnos.
    En cuánto a ti tengo que decirte que no sabes cuánto me alegraría que dieran con el porqué de esa fiebre, que desapareciera y que puedas seguir con tu tratamiento ,tu rehabilitación. .y con tus paseos mañaneros..pero no te preocupes que llegará (aunque sea ahora un momento difícil).
    Y que decir de lo de Merchi…gracias a Dios que no le pasó nada a ella, aunque la verdad es que es una gran p***** ..
    Espero que podáis resolver algo…aunque siendo buena persona y leal se consigue menos que andar por la vida con mentiras.
    De todas formas ahora el #yomecuro es lo principal…
    y eso es lo que yo deseo de corazón.
    A ver si ya sales del hospital y dejas atrás este capítulo de la fiebre .
    Un abrazo para los dos y mis mejores deseos de corazón.
    😘😘💪💪

    • Gracias por tus buenos deseos y por estar siempre ahí, Encarni.
      Parece que mañana viernes me darán el alta para pasar el finde en casa y terminar de controlar la fiebre allí. Esperemos que así sea.
      Un fuerte abrazo.

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