
La de cosas que estoy aprendiendo desde que tengo la enfermedad… pero más que de aspectos médicos, tratamientos y demás -que también- sobre todo estoy aprendiendo mucho de relaciones sociales, de valorar la cantidad de buena gente que hay en este mundo, gente solidaria y dispuesta a ayudar en la medida de lo posible incluso sin conocerte de nada, empezando por mi propia familia y siguiendo por compañeros y amigos, unos más conocidos que otros, e incluso el personal sanitario con el que tantas buenas relaciones he hecho: limpiadoras, celador@s, auxiliares, enfermer@s, fisios y médic@s.
En las sesiones de rehabilitación a las que voy 3 veces en semana al Hospital Virgen Macarena he establecido una estrecha relación con la mayoría de pacientes que allí estamos, pues son muchos días juntos y esto hace que surjan las conversaciones e incluso las risas. Pero podemos decir que he hecho 2 buenas amistades, pues tanto Pepe como José Miguel se sienten muy acompañados conmigo y yo con ellos. Pepe se está recuperando de un ictus que le dio y José Miguel de las secuelas que le dejaron en silla de ruedas tras una operación. Nos apoyamos mutuamente, nos damos ánimos, nos llamamos para preguntarnos cómo vamos… en definitiva dos buenos amigos que se incluyen en mi larga lista.
Ayer me citaron del INSS para recabar los últimos informes y pasárselos al tribunal médico que decidirá sobre mi propuesta de incapacidad permanente (IP). Es evidente que yo no me quiero jubilar, pero al cumplir el período máximo de baja permitido -18 meses- sólo hay 2 opciones: o incorporarme a mi trabajo -cosa para la que es evidente que no estoy ahora mismo en condiciones- o darme la IP. Esperaremos la decisión que tomen y la acataremos, como no puede ser de otra forma. Me dijeron que tardará un mes o mes y medio en que reciba la Resolución. Otra lección de vida que estoy aprendiendo es a convertirme en paciente porque para cualquier cosa de éstas las esperas a mí algunas veces se me hacen eternas. Yo que siempre he sido bastante impaciente no he tenido más remedio que acostumbrarme…
Desde que tengo la silla de ruedas eléctrica gracias a mis amigos Yoli y Castro he ganado en autonomía e independencia una barbaridad. Ya puedo bajar a la calle y dar mis paseítos sin necesidad de que nadie me acompañe empujando la silla. Incluso me atrevo a ir solo al gimnasio. Me alegro un montón por mí mismo y por mi mujer y mis hijas, auténticas sufridoras de todo esto.
Mañana iré junto a mi familia a la representación de «El buen dictador» que Manu Sánchez representa en el Auditorio Los del Río de Dos Hermanas y ha tenido la deferencia de regalarnos 4 invitaciones para ir a verlo. Mil gracias por el detalle, Manu.
Y es que, tal y como he comentado al principio, las mejores lecciones de vida las estoy recibiendo de la gente. Y esto no para, porque #SomosImparables. Continuos mensajes de ánimo y envío de fuerzas, acompañamiento cada vez que voy a una sesión de tratamiento del Ensayo clínico que estoy siguiendo y al que voy al Hospital Virgen del Rocío cada martes. Colaboración con la #OperaciónPulseras que sigue vigente y donde todo lo recaudado va para la Fundación Josep Carreras contra la leucemia, como ya he comentado por aquí en varias ocasiones.
Hay muchas más lecciones de vida que estoy aprendiendo, pero las dejaré para los próximos posts de esta categoría. Mientras tanto continuamos con el #SeguimosJuanma para conseguir el #yomecuro…
¡Muchas gracias por estar ahí de manera incondicional!
Estamos contigo, Juanma, tú nos sigues enseñando cada día muchas lecciones de vida que nos están calando, por tu fuerza, por tu entereza, por tu amor incondicional, por haber creado esa magnífica familia que te acompaña… #SeguimosJuanma y si te jubilan mejor, ya has trabajado bastante, serás bienvenido al club #TúTeCuras. Un abrazo
Sé que estáis ahí, Loly. Y no sabes la fuerza que me dais. A ver si nos vemos pronto…
Un abrazo.