Contentos

El diccionario de la RAE nos dice que contento es un adjetivo que significa que uno está alegre o satisfecho por algo. Uno puede estar contento por muchas cosas, pero cuando uno tiene una enfermedad y le dicen que la tenemos controlada es para estar muy, muy contento. Y he titulado este post «Contentos» -en plural- porque sé que son muchas las personas que se sienten como yo tras esta noticia y así me lo estáis haciendo ver a través de las redes sociales. Eso sí, con las máximas precauciones, porque esto ya lo he vivido antes; he tenido tratamientos que han empezado muy bien y han controlado la enfermedad hasta que llegaba un momento en el que el mieloma decía que aquí estaba él. Pero como ayer mismo me dijo mi doctora Mariví: «disfruta el momento, Juanma. No tiene porqué pasar lo mismo que las veces anteriores. Lo importante es que de momento vamos bien y pensemos que va a seguir siendo así…»

Esta semana tocaba una nueva sesión del #SalamancaOnTour, la segunda y última sesión del 6º ciclo. Como la mayoría de las veces viajé acompañado de mi Merchi el miércoles. En esta ocasión repetimos taxista, volvió a llevarnos Alfredo, un sevillista de los buenos y que te hace el viaje agradable porque estamos todo el camino conversando.

Llegamos a Salamanca en torno a las tres de la tarde y nos dirigimos al Hospital nuevo. Era la primera vez que lo pisábamos y lo primero que te llama la atención es que los enfermos hematológicos tenemos un acceso diferenciado:

Y lo siguiente que te llama la atención es lo espacioso que es todo, la luz que hay, la cantidad de camas y de sillones en la zona de Ensayos clínicos… con lo que tanto pacientes, como familiares, como personal sanitario estaremos mucho más cómodos. Pero lo más importante de todo es que mis enfermeras cracks siguen estando ahí:

Me tomaron las constantes, me extrajeron la sangre para la analítica y me pesaron -79 kilos-. Está bien, porque a pesar de comer con mucha dificultad por haber perdido el apetito, no solo no he pedido peso… sino que he puesto 1,5 kilos. Una vez que terminamos nos recogió Matías y nos llevó al hotel. Estaba lloviendo, por lo que entre esto y que estábamos cansados del viaje decidimos mi Merchi y yo no salir y pedir algo para cenar en el mismo hotel.

A la mañana siguiente llegamos temprano al hospital y mi doctora Mariví nos atendió pronto. Hacía más de un mes que no nos veíamos pues coincidió con sus vacaciones y que estuvo de congreso cuando fui la última vez. Le presento a mi Talquita tanto a ella como a Irene -la coordinadora del ensayo-, les hace gracia que le haya puesto ese nombre a mi silla de ruedas nueva como homenaje al Talquetamab, pero yo les digo que se lo merece, pues es el que está pudiendo con mi mieloma. Me pregunta Mariví cómo me encuentro, le digo que estoy muy bien y me da la gran noticia de que los resultados de la analítica de reevaluación que me hice en la anterior visita son muy buenos, indica que tenemos a la enfermedad controlada. Es para ponerse contento, muy contento, pero con esas precauciones que ya he comentado antes.

En vez de esperar en la sala de espera a que desde Farmacia traigan los medicamentos del tratamiento me propone Patri, una de mis enfermeras cracks, que espere en una de las habitaciones de las que disponen ahora para poner tratamientos. Y ahí que se fue el tío con su Merchi. ¡Vaya amplitud y vaya maravilla! ¡Más sitios así en todos los hospitales públicos de España!

Mientras esperábamos que llegaran los fármacos desde Farmacia me dio Patri la pre-medicación y 45 minutos después me pinchó en la barriga el Daratumumab, y una hora después el Talquetamab -que viene la dosis separada en 4 jeringas-. Uno está acostumbrado a tantos pinchazos que ya casi me he hecho inmune al dolor. Terminamos en torno a las dos de la tarde, llamamos al taxi y fue Juan Carlos quien nos trajo a Sevilla. El viaje fue complicado porque nos llovió mucho durante buena parte del camino, pero Juan Carlos fue prudente y aminoraba la velocidad cuando la cosa se ponía peor.

Me encantó conocer personalmente a Joanna y a su marido, que son de Alcalá de Guadaira, pues estaban allí para hacerse las pruebas previas del ensayo clínico de las células CAR-T. Esperemos que todo le vaya bien y pueda entrar en el ensayo. Joanna contactó conmigo a través del blog para que le informara sobre los ensayos clínicos de Salamanca, pues su equipo de hematólogos le había propuesto intentar entrar en alguno tras varios tratamientos fallidos.

Ahora toca seguir, porque una cosa es controlar la enfermedad y otra ir arreglando los desastres que va dejando en mi cuerpo. Como ya comenté en un post anterior, lo más prioritario ahora es intentar arreglar la rodilla para poder dejar la silla de ruedas y arreglar las cataratas de la vista, para que cuando me saluden desde lejos no vea bultos, sino personas. Pero todo con tranquilidad y a su tiempo…

Sin duda lo que de verdad toca ahora es estar contento. Yo lo estoy… y mucho. Y estoy seguro que tú también. Ya sabes: ¡Carpe diem! porque… ¡VIVIR ES URGENTE!

6 comentarios en “Contentos

  1. Ay Juanma, a mi da tanta alegría leer esto..te lo digo de corazón.
    Pienso como tú hematologa Mariví….ahora tienes que disfrutar de esta buena noticia, con los tuyos,con todos los que te quieren….
    Esto sigue y va por buen camino…el camino del #yomecuro…y yo sin conocerte personalmente también me siento contenta.
    Un fuerte abrazo 😘😘💪💪

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