Al menos una vez al día

Voy a hacer una parada momentánea en estas nuevas crónicas hospitalarias que estoy escribiendo desde el hospital de Salamanca, donde hoy cumplimos una semana de ingreso. Seguramente hoy lunes retomaremos el tratamiento del ensayo y esperemos que nos vaya bien, y por supuesto lo contaré por aquí, como siempre.

Hace tiempo que quería escribir este post y ya no lo dejo pasar más tiempo. Es algo muy sencillo, fácil de plasmar en el papel, pero hay que estar siempre alerta para después cumplirlo. Lo único que quiero es compartir con vosotros una idea para que si algún día se me olvida me la recordéis.

Esto viene desde principios de septiembre de 2020, cuando nos dieron el alta aquí precisamente, en Salamanca, y nos dijeron que no podía ponerme el tratamiento de las CAR-T y, por tanto, teníamos que volvernos para Sevilla para seguir con otro tipo de tratamiento. Ahora en este nuevo ingreso estamos coincidiendo con muchas auxiliares y enfermeras que vivieron aquel momento con Merchi y conmigo, que compartieron con nosotros esa desagradable noticia y ahora es cuando pensamos que tenemos una nueva oportunidad y que esta va a ser la buena.

Pero, ¿qué es eso que me propuse hacer a primeros de septiembre al menos una vez al día? Y no me penséis malamente, que os conozco…

Pues decirle a mi mujer que la quiero, algo que parece tan fácil de hacer y, a la vez, tan difícil de cumplir. Pues puedo decir que desde primeros de septiembre yo lo estoy cumpliendo y os lo puede confirmar mi Merchi. No hay día desde entonces que no le diga a mi mujer, al menos una vez, que la quiero con locura. Y ella me contesta: «Y yo». Para ser justos, tengo que reconocer que algunas veces se lo digo rozando el larguero, porque se me olvida y casi se me escapa el día, pero cuando son las 23:30 o algo así se me viene a la cabeza y me digo: «Ay, que no se lo he dicho hoy». Y se lo digo en ese momento. Me voy a tener que poner una alarma o un recordatorio del móvil. También es verdad que otro día me pongo demasiado empalagoso y se lo digo 15 o 20 veces, pesao que se pone uno…

Yo siempre hablo de «mi Merchi», pero no como algo tipo posesión, ni nada de eso. Hablo como mi compañera de viaje que es, como la que siempre está ahí, la que siempre está a mi lado…. ¿Sabéis lo difícil que es hacer lo que ella hace? ¿Sabéis lo difícil que es estar metida en esta habitación día tras día sin poder salir para nada? ¿Sabéis lo que es acompañarme a cada cita médica, moverse de mostrador en mostrador, llamar de un sitio a otro…? Todo esto y más cosas lo hace ella. También tengo claro que no es la única que lo hace, porque en todo este tiempo hemos podido ver madres, esposas, hijas… -casi siempre mujeres, eso sí-, que llevan una lucha que poca gente podría soportar…

Ella siempre me dice que si fuera al revés yo haría lo mismo por ella y yo le digo que seguramente sea así, pero que tengo claro que tan bien no me saldría. Por eso tengo que agradecerle tanto y por eso no me puede faltar ese «te quiero» diario. Hoy ya se lo dije, pero seguro que se lo diré alguna vez más…

Hoy me recuerda Facebook esta foto de hace seis años en nuestra Feria de abril. La repetiremos seguro…

3 comentarios en “Al menos una vez al día

  1. Claro que sí…se merece que se lo digas aunque ella lo sabe…con palabras…en el papel….o con solo mirarla…ella sabrá que se lo dices….ay!! cuánto valen las personas como tu Merchi….y más cuando alguien a quién quieres se encuentra en tu situación…..
    Mi enhorabuena por teneros el uno al otro y que sea para muchos años…
    ❤️❤️❤️

  2. Pingback: La voz de los imparables #10 | Blog de Juanma Díaz

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.