Ser donante

En el diccionario de la RAE podemos encontrar que las dos primeras acepciones de la palabra «donante» son las siguientes:

Yo fui donante hasta que pude serlo, ya que desde que me detectaron la enfermedad es imposible que yo pueda donar. De hecho, en una de las donaciones me detectaron una anemia que yo no solía tener, ese día no pude donar sangre por este motivo y el médico que me atendió me recomendó que me controlara eso. A partir de ahí tras varias pruebas y analíticas surgió la proteinuria en la orina -tratada durante un tiempo con una nefróloga- y posteriormente el mieloma múltiple que actualmente tengo.

Recuerdo que mi primera donación fue nada más cumplir la mayoría de edad en la Facultad de Matemáticas. Era mi época de estudiante universitario y a la facultad venía de vez en cuando la unidad móvil del Centro de Transfusión sanguínea y allí me estrené como donante. La verdad es que la primera vez va uno con un poco de reparo, porque eso de que te pinchen no es agradable -fue de mis primeros pinchazos y ya he perdido la cuenta de los que llevo-. El estar tumbado en una camilla unos 20 minutos viendo cómo tu sangre sale de tu cuerpo y se mete en una bolsita tampoco es agradable, pero el hecho de saber que estás haciendo una buena acción y que esta sangre puede salvar una vida hace que te digas a ti mismo que esta sería la primera vez de muchas más. Es un compromiso que adquieres contigo mismo.

Y así fue a partir de ese momento; acudía a donar con cierta regularidad, aunque tengo que reconocer que prefería que la unidad móvil viniera a mí, a mi lugar de estudio o de trabajo -en la Delegación de Educación de Sevilla también venía, gracias a las gestiones que hicimos mi compañero y amigo José Antonio y servidor- y así doné sangre varias veces. Esto era mucho más cómodo que el tener que desplazarme a un hospital o al Centro de transfusión. Mientras he podido he intentado donar con cierta regularidad, porque quería cumplir ese compromiso que había adquirido conmigo mismo y porque era consciente de la necesidad; incluso una vez doné plaquetas, porque le hacía falta a la madre de una amiga y allí estuve.

Desde que tengo la enfermedad es evidente que no puedo donar y la verdad es que es algo que no me sentó muy bien, pero está claro que había que aceptarlo. Por tanto, tenía que cambiar mi compromiso de ser donante por intentar difundir el mensaje de la necesidad de que la gente lo sea y por eso soy tan pesado enviando el mensaje de hacerse donante de sangre y de médula a través de mis redes, porque se salvan vidas.

Mi hija Patri también es donante de sangre desde que cumplió la mayoría de edad y recientemente se ha hecho donante de médula; está apuntada en el registro de donantes (REDMO) que gestiona la Fundación Josep Carreras y estoy muy orgulloso de ella. El próximo lunes volverá a hacer una donación de sangre porque hace mucha falta tras las fiestas navideñas. Hemos recibido mensajes de los hospitales y de los Centros de transfusión haciéndonos ver que las reservas están muy escasas y que hacen falta muchas donaciones, así que si eres donante no te lo pienses y acude a donar y si no lo eres, anímate y que sea tu primera vez.

https://twitter.com/EmergenciasSev/status/1348588192312791041

Si acudes al Centro de Transfusión para donar, tienes entre 18 y 40 años y estás sano, no dudes en apuntarte al registro de donantes de médula; solo tienes que rellenar en ese momento la solicitud y solo te llamarán si detectan que eres compatible con una persona que lo necesite y si es así salvarás una vida.

Es importante aclarar que no se dona sangre ni se hace uno donante de médula para una persona concreta; uno dona de manera altruista y nunca sabe para quién va destinada su sangre o su médula. Por eso cuando a través de las redes nos llega un mensaje porque alguien necesita un trasplante de médula y pide donantes que quede claro que si te haces donante no lo estás haciendo para esa persona en concreto, te estás apuntando al Registro General de donantes.

En la web de la Fundación Josep Carreras tienes toda la información sobre la donación de médula ósea. Anímate si cumples los requisitos.

La primera acepción del diccionario de la palabra donante -que ha donado o pagado algo- también la he cumplido y la estoy cumpliendo, pues desde que comencé con mi enfermedad hace ya tres años, he organizado varias iniciativas solidarias: eventos presenciales, venta de artículos y la publicación de dos libros cuyos beneficios han sido, están siendo y serán donados a entidades que luchan contra el cáncer y apoyan la investigación. Evidentemente no soy yo solo, es mucha la gente que me acompaña participando en los eventos, comprando los artículos, comprando los libros o haciéndose mecenas de ellos y por eso les estaré eternamente agradecido. No olvidemos que esto es tarea de todos y entre todos lo vamos a conseguir. Hay que acabar con el cáncer como sea. Estamos en el camino…

#HazteDonante #DonaSangre #DonaMédula

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