Un nuevo PET-TAC

Si alguien hace tres años me hubiera pronunciado la palabra «PET-TAC» yo le hubiera dicho: «¿qué te pasa en la boquita, «miarma»? Porque la verdad es que no tenía ni idea de lo que era. Sin embargo, ahora después de tanto tiempo luchando contra la enfermedad ya sé de sobra lo que es un PET-TAC.

Se trata de una prueba radiológica que se hace con el objetivo de ver cómo está mi cuerpo por dentro y la afectación que le está haciendo la enfermedad. Cuando me hice el primer PET-TAC busqué información en internet para enterarme de lo que era, de cómo era la prueba y de qué es lo que se pretendía con ella.

Ya he perdido la cuenta de las pruebas de este tipo que llevo, pero creo que ayer fue la séptima. Esto es debido a que cada vez que te pones un tratamiento, después de varios ciclos, te hacen un PET-TAC para ver si está dando resultado dicho tratamiento o no. Yo siempre digo que este es nuestro examen, que hay que aprobar como sea y además con buena nota.

Ayer me citaron a las 17:30 en el Centro de Aceleradores, que está en la Cartuja. Vino a recogernos la ambulancia bastante pronto, en torno a las 16:15, y nos llevó hasta allí. Esperamos un poco para que nos atendieran y entramos para dentro.

Antes de hacerme la prueba me tienen que poner una vía para inyectar un líquido, que es como un contraste, para que se vea bien todo el interior del cuerpo y después hay que estar unos 45 minutos tranquilo para que dicho líquido se distribuya bien. La enfermera que me atendió -Maria- tuvo el detalle de dejar a mi acompañante -mi Merchi, como siempre- conmigo por si necesitaba algo y así no se me hizo tan larga la espera.

Después me llevaron a la sala donde me harían la prueba; me pasaron de la silla de ruedas a la plataforma donde me tenía que tumbar y empezamos la prueba. Dura unos 20 minutos y no es tan agobiante como una resonancia, porque el tubo que pasa por encima de tu cuerpo no es tan estrecho y, por tanto, no te da tanta sensación de agobio. Lo que pasa es que como no puedes moverte nada y tienes los brazos amarrados al lateral de tu cuerpo, es cuando empieza el momento de que parece que te pica todo: la nariz, la oreja… y sientes la necesidad de que tienes que rascarte como sea. Por eso te tienes que concentrar, pensar en otra cosa, rezar, cantar… lo que mejor te venga. En mi caso, como ya tengo experiencia en estas lides, más o menos lo llevo bien.

Una vez terminada la prueba hay que esperar unos minutos por si todo ha ido bien, que en este caso nos confirmaron que sí. Después nos tocaba esperar la ambulancia; desde el centro la llamaron antes de que yo terminara la prueba y vino a recogernos hora y media después. Incluso el personal del centro tuvo que quedarse esperando para cerrar a que llegara la ambulancia. En fin, lo de casi siempre. Creo que ya no voy a esperar más ambulancias para volver a casa.

Y ahora estamos en el momento de incertidumbre de esperar los resultados. Tengo consulta en el hospital con el equipo de Hematología el próximo viernes. Esperemos que ya estén los resultados de la prueba disponibles y, a la vista de los mismos, que esperemos que sean buenos, tomar las decisiones que estimen oportunas para seguir con el tratamiento más conveniente para acabar con el mieloma. Lo vamos a conseguir.

2 comentarios en “Un nuevo PET-TAC

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