¿Por qué funciona así la Sanidad?

No es la primera vez que escucho en las noticias que la Sanidad española es de las mejores del mundo, y quizás sea cierto, pero estoy seguro que podría ser aún mejor. Tampoco dejamos de ver en los informativos huelgas y protestas de médicos y demás personal sanitario por las condiciones laborales que tienen que soportar y la falta de recursos.

Es evidente que los recortes han hecho mella en el ámbito sanitario, lo mismo que lo ha hecho en el ámbito educativo, pero ahora que parece que se ha salido de la crisis no se restituye lo perdido en estos años, ni en condiciones laborales ni en recursos para atender a los enfermos.

Pero aunque sea muy importante el dinero y los presupuestos que se asignan no todo es eso. También hay aspectos organizativos que podrían funcionar mucho mejor simplemente con que hubiera coordinación y ganas de hacer bien las cosas. Y en este post pondré algunos ejemplos.

Yo siempre he estado muy alejado del mundo de los médicos. Yo era de esos que nunca iba a consulta e intentaba evitar la visita a amigos y familiares ingresados en hospitales, aunque cuando no había más remedio allí estaba el tío. Me pasé un par de meses acompañando a mi padre todas sus noches de hospital cuando estaba malito y de allí me iba a trabajar cuando me sustituía mi madre. Pues bien, ahora me ha tocado. Llevo más de un año que no paro de visitas médicas, analíticas, pruebas diagnósticas, hospital de día e incluso 2 meses y medio de ingreso continuado y el último mes en aislamiento, como ya os conté por aquí.

Es evidente que en todo este tiempo me han pasado muchas cosas, algunas de las cuales os he contado por aquí en las crónicas hospitalarias y otras se quedan en el ámbito privado. Pero en este post quiero poner de manifiesto cosas que he vivido en primera persona y que me gustaría compartir y algunas de ellas denunciar públicamente porque creo que muchas de ellas tendrían fácil solución.

Empecé el tratamiento en la sanidad privada. Soy de Muface y tenía asignada una mutua privada para la asistencia médica. Todo fue bien hasta que se plantea que necesitaría un trasplante de médula, que sólo se hace en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, por lo que mi hematóloga traslada mi informe clínico allí para seguir desde allí el tratamiento. Me cambio en junio de 2018 a la sanidad pública -nos podemos cambiar en enero y junio- y desde entonces me llevan allí, previo papeleo y burocracia infinita, por supuesto.

Yo soy defensor de lo público y llevaba mucho tiempo planteándome el cambio y al final lo tuve que hacer por obligación. Evidentemente el funcionamiento es distinto entre la Sanidad pública y la privada. La inmediatez de esta última para lo cotidiano está claro que gana por goleada. Ahora para los temas importantes está claro dónde hay que acudir. Porque profesionales buenos y malos hay en todos sitios, pero los mejores recursos para tratamientos complicados están en la Sanidad pública, a pesar de los recortes.

Desde junio hasta ahora he vivido muchas experiencias en la Sanidad pública y muchas cosas que contar, algunas de las cuales contaré en este post.

Empezamos bien. Tuve mi primera consulta a primeros de julio, me continuaron el tratamiento que me venía dando, me hicieron las pruebas necesarias y en agosto me hicieron la aféresis, que es la extracción de células para el posible autotrasplante que me harían más adelante. Sin embargo, a partir de septiembre todo se complicó porque el tratamiento no estaba haciendo el efecto deseado y había células malas que sobrevivían, por lo que había que hacer cambio de tratamiento.

En todo este tiempo ha habido multitud de visitas al hospital, consultas con Hematología, pruebas y analíticas… y el ingreso. Durante el tiempo ingresado me trataron muy bien en general, como ya he contado por aquí. Cuando me dieron el alta salí sin movilidad en las piernas, por lo que todos los desplazamientos los tengo que hacer en silla de ruedas y el resto del tiempo estoy encamado. Cada vez que debo desplazarme al hospital, que es al menos dos veces en semana, debo hacerlo en ambulancia sentado en mi silla de ruedas y aquí viene el primer problema: no aguanto mucho tiempo sentado en la silla porque mi musculatura está bajo mínimos y la parte trasera me duele muchísimo cuando pasa un tiempo. Pues bien, muchas veces la media de tiempo de espera para que te recoja una ambulancia es de 2 a 3 horas para llevarte de vuelta a casa. En más de una ocasión he renunciado a ella y he cogido un taxi para minusválidos. Lo pago y en casa rápido. Pero he visto a personas mayores en camilla a la hora del mediodía sin comer ni nada, teniendo que ir a un pueblo y esperando a la ambulancia más de 3 horas. No hay derecho. ¿De verdad que esto no se puede arreglar? Porque flaco favor que se le hace a los enfermos…

El otro día se me presenta el conductor de la ambulancia y me dice que el espacio de la silla de ruedas lo lleva ocupado y que debería ir tumbado en la camilla. Yo por supuesto me niego pues una vez que me dieron el alta me tuve que volver al hospital en el mismo momento por el traqueteo de la camilla al yo tener la espalda dañada. Me costó una hora más de espera pues tuve que esperar que llegara otra ambulancia y por supuesto llegué tarde a la cita. ¿Esto quién lo coordina, por Dios? De verdad que el tema de las ambulancias me parece muy importante y alguien que mande debería meterle mano a esto.

¿Y el tema del papeleo y la burocracia dónde lo dejamos? Mi prioridad es curarme y no estar liado arreglando papeles todo el día. Menos mal que tengo a mi lado a mi Merchi, que es una crack y se sabe mover muy bien. Además es de las que no se calla ni una. ¿Habéis observado que cuando vais a una consulta médica por lo general el 80% del tiempo el médico o la médica de turno está tecleando el ordenador? ¿Es esto normal? ¿Cuánto tiempo te está mirando a la cara e interesandose por lo que te pasa? Y para cualquier cosa hay que pedir un papel: para consulta, para analítica, para visita al hospital de día, para la ambulancia… y todo hacerlo a través de los administrativos, que algunos se creen los dueños de aquello y el trato deja mucho que desear, aunque esto es cuestión de suerte, que te toque o no. ¿De verdad que tiene que ser todo tan complicado? ¿No hay manera de hacerlo más fácil? Yo cada vez que voy a consulta salgo con un mínimo de 10 papeles. Sí, en plena era digital. Pregunto si puedo acceder a todos mis informes y demás de manera telemática y nadie me sabe contestar. Así que de momento seguiré coleccionando y archivando papeles.

Lo que para mí es difícil de entender es que se pierda una solicitud para que venga un fisio a casa a darme rehabilitación cuando fue entregada en mano por la propia fisio del hospital en el sitio adecuado. Desde el centro de salud, que es quien lo tienen que gestionar, dicen que a ellos no les ha llegado dicha solicitud por lo que la piden un mes después.

Y cuando te desvían a otro médico especialista y cada uno se ciñe a su parcela sin prácticamente coordinarse y limitarse a leer los informes que estén grabados en el historial… También me parece un aspecto a mejorar.

Hay bastantes cosas más, pero para terminar voy a contar un hecho que nos ha ocurrido esta semana y que tiene que ver con el trato al paciente. Estábamos en el hospital de día porque me tenía que pinchar el Bortezomid y queríamos preguntarle al médico que estuviera en planta por unas heridas que me han salido en los pies, quizás por estar tanto tiempo encamado. Los hechos ocurrieron así: sale una pareja de la consulta y deja la puerta entreabierta. No hay nadie esperando y se acerca mi mujer. Se establece la siguiente conversación:

Merchi: Buenos días. Tengo aquí a mi marido. ¿Puedo hacerle una pregunta?

Médico: No. (Sin mirarle a la cara)

Merchi: Es que tiene unas heridas en los pies, se las estoy curando con Betadine y me gustaría saber si lo estoy haciendo bien o tengo que hacer otra cosa para evitar que se infecte alguna herida.

Médico: ¿Tiene cita? (De nuevo sin mirarle a la cara)

Merchi: No, pero es solo un momento.

Médico: Cierre la puerta.

¿Hay derecho a esto? Conociendo a mi mujer todavía no sé cómo se calló en ese momento. Dice que se contuvo porque tenemos que ir muchas veces y, aunque ese médico no me ha visto nunca, me puede tocar en alguna ocasión. Lo mínimo que se pide es respeto. Y hay formas y formas. Si usted sólo atiende a las personas con cita dígalo de una forma adecuada y con un mínimo respeto, porque allí no vamos por gusto, vamos a intentar curarnos y de lo que menos ganas tenemos es de que nos traten con la punta del pie. Para tratar con personas hay que tener una sensibilidad especial, independientemente del carácter de cada uno, pero en profesiones como ésta, tan vocacionales y de trato tan directo con personas que están enfermas estás cosas no deberían pasar. Hágaselo mirar, doctor.

De todas formas y a pesar de todo…. #yomecuro #SeguimosJuanma.

7 comentarios en “¿Por qué funciona así la Sanidad?

  1. Mi querido Juanma yo te entiendo perfectamente pues desde que empecé con mi hija Rocío con sus convulsiones desde pequeña después de 38 ha cambiado mucho el trato enfermo» paciente» a nivel consultas internas por Dios levanta la cara del teclado y mirame .

  2. Querido Juanma, no solo te enfrentas con el bicho, que no es poco, si no con una burocracia de gente congelada en hacer lo menos posible, gracias a Dios no son todos pero si se cobrará un plus por atender como las operadoras con el 9 te aseguro que más de uno enseñaba la sonrisa, aunque fuera falsa. Un abrazo #yomecuro #seguimosjuanma.

  3. juanma me alegro que puedas levantarte de la cama poco a poco y que muevas un poco las piernas y empezes a hacer ejercicio. me dan dado plaza fija en ies camas pero me dio como pena de chaves nogales pero mantengo el contacto con ellos un abrazo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.