Crónicas hospitalarias (III): despidiendo el año desde el Hospital Virgen del Rocío

31 de diciembre de 2018. Hoy completo un mes de ingreso en el Hospital. En todo este tiempo son muchas las cosas que he vivido por aquí y que os he ido contando desde este humilde blog y desde las redes sociales. Y mientras pueda pienso seguir haciéndolo…

Lo primero que quiero hacer es reconocer públicamente el trabajo desarrollado por las personas que están trabajando en esta planta de Hematología y que, de una u otra forma, me están haciendo que la estancia aquí sea lo más llevadera posible, desde los médicos hasta las limpiadoras y pinches de cocina. Voy a poner aquí los nombres de los que conozco y que me han visto en alguna ocasión y pido perdón por si se me olvida alguien. A mí me encanta llamar a las personas por su nombre, porque cada cual tenemos uno.

Hematólogos/as: Estrella Carrillo, Marta Reinoso, Juan Luis Reguera, Eduardo Rodríguez, Paco Falantes, Virginia Escamilla, Teresa Caballero, Javier, Margarita, Nancy, Lucía, Silvia, Lola, María…

Enfermeros/as: Aurora, María, Geles, Paco, Pilar, Maribel, Mariano, Verónica, Óscar, Isa, Jose, Cindy…

Auxiliares: Emilia, María, Carmen, Mari Ángeles, Charo, Paqui, Alicia, Loli, Fany, Mariluz, Mercedes…

Limpiadoras y pinches: Reyes, Susi, Carla, Jesús, José Antonio…

Sin olvidarme tampoco de Jose, que me dio la sesión de radioterapia en la vértebra D8 que tenía fracturada; de José Manuel, que me puso el catéter y que es otro crack -último catéter del 2018 puesto en el Virgen del Rocío- y de los celadores y celadoras que me llevaban la cama de un sitio a otro. O los voluntarios de la Asociación Española Contra el Cáncer que tan buena labor hacen visitando a los enfermos y dándonos ánimos e información.

Todos y todas con un trato exquisito, profesionales al máximo y haciendo que la estancia de los que por aquí estamos sea lo más llevadera posible.

Un ejemplo: llevo 4 días inmovilizado en la cama, no me puedo bajar de la misma ni para ir al servicio, por prescripción médica, pero no es necesario teniendo las auxiliares que tenemos. Lo bien que me asean y me cambian en la misma cama. Anteayer lo hicieron Carmen y Mari Ángeles y esta misma mañana han sido Charo y Paqui. Y como encima a la vez te están dando conversación y te hacen sentirte tan tranquilo a pesar de tratarse de una actividad no muy agradable para el paciente, todo es mucho más fácil. Cada vez entiendo más que a mi Patri le encante ser Auxiliar de Enfermería y que esté deseando trabajar de ello, ya que con lo dulce y cariñosa que es mi niña creo que puede ayudar mucho. A ver si tiene suerte en un futuro próximo…

Estos 4 días podemos decir que son un poco paraditos. Entre que coge el fin de semana -ya pasado- y que hoy es Nochevieja y mañana Año Nuevo, podemos decir que hay poca gente por aquí trabajando, fundamentalmente los que están de guardia en los distintos puestos. Recibimos la visita diaria de rigor del hematólogo de guardia por si hay alguna novedad y los enfermeros controlan las medicaciones puestas. Y poco más. No son días para hacer pruebas complementarias. Además, en mi caso, hay que esperar porque el pasado viernes me hicieron un nuevo aspirado de médula -ya van 4 desde que empecé con esta historia- y me dieron la sesión de radio, que fue bastante intensa sobre la vértebra D8, por lo que se aconseja esperar 6-7 días para seguir con la radio en la otra zona más cercana a la sacra, donde sí me tendrán que dar varias sesiones.

El dolor fuerte parece que ha desaparecido, al menos de momento. Toquemos madera. Sigue un leve dolor por la zona de la espalda, pero bastante llevadero. De todas formas sigo con la perfusión de morfina puesta al 5 -lo mínimo que se despacha- y de momento no estoy necesitando medicación de rescate.

Ahora mismo me está acompañando mi hermana Auxi y mi tío Carlos ha venido de visita. Por la tarde vendrán de visita mi Migue y mi cuñado Joaquín y por la noche se quedará conmigo mi Merchi para tomarnos las uvas juntos en una situación nueva para nosotros y que, por supuesto, no nos gustaría repetir. Las uvas hay que tomarlas en casa, con la familia, ¡hombre ya!

Supongo que alguna frikada haremos, tipo videollamada, hangout o similar, para tomarnos las uvas a la vez estando en sitios distintos: 2 casas y un hospital. A ver cómo sale la cosa…

Ayer mi compi María nos trajo avituallamiento para pasar la noche, aparte de la cena especial que por lo visto dan aquí en el hotel… digoooooo en el hospital. ¡Vaya crack! Haremos lo que podamos… y os lo contaremos.

Sigo recibiendo muchas llamadas y mensajes que os agradezco un montón y seguimos con las visitas restringidas a la habitación para que no nos riñan mucho. Tengo de compañero de habitación a Fidel, que también vive en Sevilla Este, junto a mi instituto. Es posible que dentro de un rato le den el alta porque ya tiene controlada la infección por la que ingresó y no tiene fiebre ni nada. Así que la próxima vez que nos veamos con Fidel y su mujer Inma será fuera de aquí, por nuestro barrio tomándonos unas cervecitas sin alcohol…

Pasad una feliz noche en compañía de los vuestros, recibid el año lo mejor posible y esperemos que este 2019 venga con tanta fuerza y tantas buenas noticias que haga que olvidemos lo antes posible este nefasto 2018. ¿Que qué le pido yo al nuevo año? ¿Alguien lo duda? SALUD, SALUD… Y MÁS SALUD.

#yomecuro #SeguimosJuanma

16 comentarios en “Crónicas hospitalarias (III): despidiendo el año desde el Hospital Virgen del Rocío

  1. Que te digo Juanma pues que vas entrar el año en batalla pero la guerra con tus cómplices que somos muchos, vamos a ganarla de calle, en este grupo de amigos imparables más la familia más imparable aún yo si fuera la enfermedad abandonaba no tiene posibilidad. UN ABRAZO DE LOS OSUNA NUÑEZ

  2. Que alegria da verte mas animado, primo!!!
    Si Dios quiere, este año nuevo traera mucha salud y nos hara olvidar los malos ratos!!!
    Feliz año nuevo y muchos besos!!!

  3. Feliz año Juanma y familia. Que 2019 ostraiga salud, porque todo lo demás es evidente que ya lo tenéis, y en cantidades industriales. Que sepas que estamos esperando que salgas de ese incidente temporal para empezar a liarte con el GEG y ese encuentro que más pronto que tarde se va a cocer por Sevilla. Os queremos.

    • Alberto, no dudes que me llega tu apoyo y el de toda la comunidad GEG que tan magistralmente estás liderando junto con Miguel y el resto de amigos del equipo de coordinación.
      Os echo mucho de menos y estoy deseando estar en el tajo, pero ahora me tengo que centrar en lo que me tengo que centrar y estoy seguro que este 2019 va a ser el año bueno para el #yomecuro.
      Un fuerte abrazo y feliz año.

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