En el Diario de Sevilla de hoy, venía un reportaje sobre la Exposición Universal que se celebró en Sevilla en el año 92. Al leerlo me ha traido unos recuerdos de todo lo que supuso aquello y de cómo lo vivimos.

Años antes del evento empezaron las obras, y así Sevilla cambiaba de cabo a rabo: se construían nuevos puentes (Alamillo, Barqueta, Quinto Centenario), se crea la circunvalación SE-30 -llena de coches desde el momento que la inauguraron-, pabellones de países, autonómicos y de entidades en la Isla de La Cartuja, nace el AVE Sevilla-Madrid y, en definitiva, la fisonomía y la impronta de la ciudad sufren un cambio importante.

Recuerdo que ese año 92 los Reyes Magos nos trajeron a toda mi familia el pase de temporada, para poder disfrutar de los 6 meses de exposición a tope. Y la verdad es que sí lo disfrutamos. Lástima que por aquel entonces no existieran cámaras digitales -aunque sí analógicas-, ni Flickr, ni Youtube ni cosas por el estilo. Todo lo que tengo de aquel evento lo tengo en fotos impresas y cintas VHS, aunque creo que mi tío Carlos me ha pasado alguna de estas cintas a DVD… tendré que mirarlo.

Fue un evento magnífico, con espectáculos de primer nivel, telecabina, monorail, pabellones espectaculares -unos más que otros, claro está- y no exentos de las famosas colas. Los primeros meses de exposición -abril y mayo, sobre todo- estaba todo más tranquilo y se podían visitar los pabellones sin demasiados agobios, pero conforme nos acercábamos al verano la cifra de visitantes aumentaba lógicamente y las colas se hacían insufribles. Las últimas semanas de la Exposición recuerdo las carreritas que se pegaba el personal nada más abrían las puertas para coger número -sí, en algunos pabellones tuvieron que dar citas, por ejemplo, en los pabellones de España y de Mónaco (éste con su famoso acuario)- y si no era así no se podía visitar.

En definitiva, fue un evento que disfruté a tope, que me encantó y que ojalá se repitiera. Este año se está celebrando la Exposición Internacional de Zaragoza, dedicada al agua y al desarrollo sostenible y a la que me encantaría ir, aunque lo veo difícil porque las vacaciones de este año ya están cubiertas.

¿Y qué pasó después de la Expo 92 en Sevilla? Pues que llegó Cartuja 93 y el Parque Científico y Tecnológico y el parque temático Isla Mágica, ambos en la isla de la Cartuja, y allí se han establecido empresas, organismos oficiales, Escuela de Ingenieros… y todo se ha llenado de coches, tanto que incluso el Ayuntamiento se está planteando implantar allí la zona azul. Y la circunvalación SE-30 sigue llena de coches… ¿Tendremos que esperar a que haya otra Expo para tener la SE-40?

En la wikipedia está toda la información de la Exposición Universal de Sevilla y ésta es la web oficial.

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