Manuela Rodríguez, la chica del OK

Nos dejaste, mamá. Y qué duro se nos está haciendo… pero no dudes ni un solo momento que seguiremos adelante, todos unidos, como a ti te ha gustado siempre.

Manuela Rodríguez, la Manoli, como todo el mundo te llamaba, GRANDE entre las grandes, mujer de bandera, madre, esposa, abuela, tía, hermana, suegra…. como nadie he conocido. Y es que es difícil destacar en tantos aspectos, pero está claro que eso va en la persona y a ti en buena persona es difícil hasta empatarte.

Seguro que muchos dirán que se me ve el plumero, que si yo era tu ojito derecho, que si tú eras mi ojito derecho… y no les falta razón. Tengo que reconocer que yo sentía -y siento- auténtica predilección por mi madre, porque me ha demostrado a lo largo de toda la vida lo luchadora que ha sido, lo trabajadora que ha sido, lo bien que ha sabido llevar adelante su familia… y, en definitiva, lo líder que ha sido para todos los que vivíamos alrededor de ella.

Nos has dejado con 74 años, la misma edad con la que nos dejó papá hace 8 años, justo el día antes de ganar mi Sevilla FC la última Copa del Rey en Barcelona. Y ahora tú, justo el día después de la hazaña del Sevilla en Manchester, nos dejas. Maldito cáncer. Maldita epidemia del siglo XXI. Lo que más siento es que te hayas ido con la pena de verme malito, pero tú no te preocupes porque de esto vamos a salir sí o sí, pues hay mucha gente empujando para ello.

¿Y esto de “la chica del OK”? Tu seña de identidad de los últimos tiempos, mami. Desde que me dijiste aquello de: “Juanma, yo quiero tener un móvil para ver las fotos de mis nietos, que es que las veis ustedes y yo no las veo”. “Venga mamá, vamos a modernizarnos, vamos a por un smartphone, vamos a ponernos el whatsapp, cuenta de Facebook y vamos a trastear…” Y así empezó ella con las redes sociales: cada frase que escribía la acababa con un OK, era su seña de identidad. Comentaba todo lo que poníamos sus hijos y gente allegada, encontró a gente que hacía tiempo que no veía, le gustaba y nuestros amigos estaban encantados con ella. Eso que dicen de “genio y figura hasta la sepultura” lo hemos llevado hasta las últimas consecuencias y hasta en su esquela aparece:

Andaluza por los cuatro costados, defensora de tu tierra y de tu gente, devota a más no poder, pidiendo por todos los que te rodean y cumpliendo una promesa tras otra… Tú sí que te mereces la medalla de Andalucía, por todo lo que has hecho a lo largo de tu vida. “La chiquitita”, cómo te decían tus hermanas… No era nadie la chiquitita… qué manera de organizar… ¡Que organizar no es lo mismo que mandar, eh! No nos equivoquemos… 🙂

Y esta mañana no me sonará el teléfono como lo venía haciendo todas estas mañanas atrás para preguntarme cómo había pasado la noche, que si me había dolido el brazo… y yo preguntarte cómo estabas tú. Y a mediodía otra vez… y por la noche otra vez… y lo echaré mucho de menos. Tú más preocupada por mí que por lo que tú tenías en lo alto, como siempre te ha pasado. Pero estoy muy contento de poder habernos despedido de ti como a ti siempre te ha gustado: todos juntos en casa.

El haber sido capaz de construir una familia como tú has construido, el haber sido capaz de que te quiera y te aprecie tanta gente, se ha demostrado a la hora de despedirte. Ha sido una cosa impresionante la cantidad de gente que nos ha acompañado, que nos han mandado besos y abrazos y que han querido estar contigo, y esto sólo es porque tú te lo has ganado. Orgullosos que estamos de ti.

No me cabe la menor duda de que San Pedro ha tenido que sacar la alfombra de las grandes ocasiones para recibirte allí arriba, porque tú aquí abajo has hecho los deberes pero a base bien: No se ha podido rezar más en la vida, no se han podido visitar más cristos, vírgenes y santos, no se han podido realizar y cumplir más promesas… pero esto no es lo importante; lo verdaderamente importante es que no se ha podido ser más buena persona que lo que tú has sido. Y esto allí arriba lo tienen que tener muy en cuenta…

Hasta siempre, mamá. Dale un besito a papá y ya sabes que por aquí… seguimos.

Te dejo aquí una canción interpretada por tu artista favorita: tu nieta Patri que dice eso de… «Vivimos siempre juntos».

16 comentarios en “Manuela Rodríguez, la chica del OK

  1. Me emocionan tus palabras Juanma. Cuánto la vais a echar de menos! No podía ser menos tú madre con el hijo que tiene puntero en todo lo relacionado con las nuevas tecnologías.

  2. Pingback: Unas navidades diferentes | Blog de Juanma Díaz

  3. Pingback: Primeros días en casa | Blog de Juanma Díaz

Responder a Juan CArlos Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.