Mami, andaluza, podremos con ello…

Mami, mañana celebramos el Día de Andalucía y me gustaría que un año más cuando vaya mañana a tu casa a verte -que también es la mía-, vea esa bandera colgada de tu balcón. Esa que pones todos los años, sí; porque ahora se ha puesto de moda eso de colgar banderas, pero lo tuyo viene de antaño, desde ese año 77 en el que tanto se luchó por la autonomía andaluza, pero como nosotros la entendemos por aquí: autonomía de inclusión, no separatista. Y así año tras año… y qué le gustaba a tu padre -a mi abuelo Paco- y qué le gustaba a tu marido -a mi padre- y qué nos gustaba a todos -y qué nos gusta- ese pedazo de bandera presidiendo toda la plazoleta donde vivimos y donde enteramente parece que vive la alcaldesa del barrio. Ahí la tenéis:

Este año a los dos nos ha tocado estar un poco chunguillos, pero bueno… va a ser algo temporal, porque desde luego con nosotros no van a poder esos bichos malos que se meten en el cuerpo con nosequé intenciones. Ahora es cuando uno se da cuenta de lo que es realmente importante en la vida: la salud, la familia y rodearte de amigos y personas que te aporten. De salud ahora mismo no vamos muy sobrados, pero de familia y amigos ni te cuento. Y los que están ahí arriba que también velan por nosotros, porque tú te has encargado durante toda tu vida de “hacer los deberes” ¿verdad, mami? Por eso, cuando alguien ve cosas raras donde no las hay, o se enoja por gilipolleces, o cree que se le acaba el mundo por un problema mínimo y superficial, entonces es cuando te das cuenta de lo que es verdaderamente importante en la vida… y por eso hay que cuidarlo tanto. Yo siempre lo he tenido presente, pero te aseguro que ya no se me olvida, mami.

Nos toca estar fuertes, animados y recibiendo todo el apoyo de la gente que nos quiere, que afortunadamente es mucha. Y seguir ese tratamiento que nos han puesto los médicos, que son los que verdaderamente saben de esto. Tú el tuyo y yo el mío. Y dejarnos querer. Y sentirnos orgullosos de esa Chari, esa Auxi, ese tito Carlos, ese Migue, ese Joaquín, esos peques, esa Merchi, esa Vero y esa Patri que se desviven porque no nos falte ni gloria y siempre están ahí.

Y seguiremos respondiendo llamadas y mensajes, porque el tener una enfermedad no quiere decir que tengamos que esconderlo; tampoco se trata de ir contándolo a los cuatro vientos -aunque yo ahora esté haciendo algo de eso al ponerlo por aquí-, pero cuando tu gente cercana y la no tan cercana te demuestra que se preocupan por ti es de justicia tenerlos informados y cómo se va desarrollando todo. No molestan, ¿verdad, mami? No molestan, al revés, nos ayudan.

Y todo esto lo escribo un 27 de febrero bastante distinto a los que he vivido los años anteriores, pero el cuerpo me lo pedía así.

¡Andaluza, disfruta de tu día de Andalucía!

¡Disfruta de tu tierra!

¡Siéntete orgullosa de haber nacido aquí!

¡Siéntete orgullosa de tu habla andaluza!

¡Siéntete orgullosa de tu gente!

¡Siéntete orgullosa de tu bandera!

Y grita conmigo: ¡Viva Andalucía!

Mami, ya sabes… ¡seguimos!

3 comentarios en “Mami, andaluza, podremos con ello…

  1. viva Andalucia¡¡¡
    llena de personas trabajadoras y buenas que como ustedes la siente y la viven a diario.

    Un abrazo, les deseo que el túnel de la enfermedad sea corto y pronto vea la luz

  2. Claro que sí Juanma. Tu madre y tú sois unos luchadores y todo saldrá bien. Mucha fuerza y un abrazo muy grande. Mis hermanos y yo te os damos todo el aliento del mundo. SE PUEDE.

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