Crónicas de un presidente… de mesa electoral (II): Las votaciones

Una vez que me había hecho a la idea que me tenía que quedar, me dije a mí mismo: “Ya que te quedas, tienes que pasarlo lo mejor posible”. Dicho y hecho. Empecé a bromear con José, el vocal vecino y con Antonio, el marido de la otra vocal de la mesa -Patro- y que venía como “vocal consorte”. Y actuó como tal, estuvo con nosotros toda la jornada y ayudándonos bastante. Hasta el último momento estuve intentando convencer al representante de la administración para que le dieran otros 60 euros a él, pero no pudo ser :-). El “buen rollo” empezó cuando Antonio nos trajo un papelón de churros: primer puntazo del día. Antes habíamos bromeado con la chica que era la presidenta titular y le habíamos dicho que si nos traía churritos la perdonábamos, pero no pudo ser. Finalmente fue Antonio el que nos invitó. Primer detalle de sombrerazo de una buena persona.

Una vez sentados todos y cuando eran las 9:05 vienen las primeras personas a votar. Mi vecino José hace las veces de vocal único -dejamos casi exenta a Patro porque al ser una mujer mayor le costaba trabajo buscar en las listas-. Así que mientras yo recojo los DNI y nombro a la persona que va a votar, José la busca en el listado oficial y la apunta en el registro de votantes. Una vez comprobado que aparece en el listado, se le permite votar y me encargo de comprobar que la persona que vota introduce un único sobre en cada urna.

Los interventores eran totalmente distintos, pero no sólo en nuestra mesa, era en general en todo el colegio. La media de edad de los interventores del PP estaba en torno a los 50 años, mientras que el mayor de los interventores del PSOE no creo que llegara a los 35. En concreto, en nuestra mesa la interventora del PP era una mujer mayor que, en mi opinión, era demasiado quisquillosa y fiscalizadora de todo aunque, según ella misma decía, ése era su papel. Apuntaba en sus listados a todos los votantes a la misma vez que lo hacía José. Sin embargo, el interventor del PSOE no apuntó nada en toda la jornada. Dos formas distintas de entender la figura de interventor en una mesa electoral.

Nos dijeron que había un teléfono gratuito al que llamar para consultar la mesa que le correspondía a aquel votante que no lo supiera. Sin embargo, al poco de iniciarse la jornada, este teléfono se colapsó y dejó de funcionar -¡vivan las nuevas tecnologías aplicadas a los procesos electorales!- Al poco tiempo nos hicieron llegar por parte de otro de los interventores del PSOE un listado de todas las calles de Sevilla Este y la mesa que le correspondía votar a cada persona y además era el único listado que había en todo el colegio. Como nuestra mesa estaba a la entrada del colegio, mucha gente se creía que se votaba allí o que daba igual la mesa en que se votaba o yoquesé… En definitiva, también tuvimos que hacer de “guía que le busca y encuentra la mesa en la que tiene que votar”.

No tuvimos momentos de agobio como otras mesas que sí tuvieron algunas colas largas, debido en gran parte a que nos organizamos bien. Sólo tuvimos un momento más tranquilo que fue de 15:00 a 18:00 -en el que aprovechamos José y yo y nos turnamos para ir a comer en 20 minutos- y los momentos en los que votaron más gente fueron de 12:30 a 14:30 y de 19:00 a 20:00. Venían familias enteras a votar y lo que más me llamaba la atención era lo contento que se ponían los pequeños cuando veían que ellos podían echar en la urna el sobre de su padre o de su madre. Sí, yo los dejaba… no sé si está bien o mal, está mal, pero yo lo hice. Después me comentaron que en otras mesas sólo el presidente podía echar los sobres en la urna. Leo ahora el manual y dice textualmente:

…A continuación, el Presidente o Presidenta hará lo siguiente:

    a) No debe ocultar ni un momento los sobres a la vista del público.

    b) Dirá en voz alta el nombre del elector o electora y dirá “Vota”.

    c) Introducirá los sobres en la urna o urnas que corresponda.

El sobre debe ser introducido en la urna por el Presidente o Presidenta, no por el elector o elctora.

Está claro que ese día falté yo a clase de cómo ser un buen presidente de mesa electoral… Pero me sigue mereciendo más la pena ver las caras contentas de los pequeños que “votan” que el haber hecho algo contrario a las instrucciones a las que, por cierto, le estoy echando un vistazo ahora por primera vez.

Continuará… Próxima entrega: Los recuentos.

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3 comentarios en “Crónicas de un presidente… de mesa electoral (II): Las votaciones

  1. Oye, una pregunta, que veo que eres todo un experto en cuestiones electorales.

    ¿Es posible votar al congreso y abstenerse al senado por ejemplo? Es algo que dada la poca «utilidad» que en general se saca al senado me he planteado en más de una ocasión, pero ¿existe esa posibilidad?

    Veo el problema de que cuando voy a votar, buscan mi nombre en la lista, lo escriben y dicen que voto, pero solo hay una lista supongo que conjunta para congreso y senado.

    ¿Me puedes decir algo?

  2. Hola José Luis.
    No soy nada experto, me he estrenado en estas elecciones en una mesa electoral.
    Lo que pasa es que entre que ya me he leído el manual de intrucciones y entre lo que me pude enterar durante todo el día, tengo más claras algunas cosas.
    Es posible votar al Congreso y abstenerse en el Senado, ya que en la lista que se apuntan los votantes al final se marca con una cruz las casillas en las que vota. En nuestra mesa todo el mundo votó en las 3 urnas (Congreso, Senado y Andaluzas) y, por tanto, todos tenían 3 cruces. Pero si alguien decide no votar al Senado, puede hacerlo sin problemas.
    Saludos.

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