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Demasiado tiempo sin escribir por aquí, pero me niego a que este blog que tanto tiempo lleva acompañándome deje de estar conmigo. Ya tengo un propósito más para el próximo año…

Acabo de actualizar a la última versión de WordPress -la 4.0.1- tras renovar mi suscripción de hosting anual con los de RedCoruna. Aprovecharé las vacaciones de Navidad -espero- para terminar de configurar todo bien, cambiar el diseño, renovar la Moodle, etc. ¿Podré hacerlo? Ni idea, pero lo intentaré.

Ha sido este post de mi compañero y amigo Nacho el que me ha animado a retomar mi blog. Y es que el hecho acontecido este pasado fin de semana en nuestro IES Chaves Nogales nos ha dejado tocados a todos.

Yo empecé en esta aventura de abrir un instituto nuevo desde el principio, desde la gestación de un proyecto ideado por una genia, llamada Patricia Gamboa -ay, Patry, cuánto se te echa de menos-, en el que nos juntamos una serie de docentes que creíamos que se podía educar de otra forma, de una forma moderna, integrando las TIC, con un modelo de escuela abierta e integradora, defensora del medio ambiente, que apuesta por el bilingüismo, integrando los planes y proyectos educativos como proyectos de todo el centro… En definitiva una escuela pública de tod@s para tod@s.

En cuanto a recursos materiales podemos decir que empezamos con menos del mínimo exigible, estábamos en aulas prefabricadas, pero eran tales las ganas e ilusión de esos 12 profes para acompañar en el aprendizaje a esos 105 chicos y chicas que empezaron con nosotros, que pudimos con todo… y ese primer año fue especial, muy especial, para mí claramente inolvidable.

El segundo curso seguimos en las aulas prefabricadas -sinónimo de «caracolas»-. Seguimos creciendo, no sin dificultades, pero con la misma idea de centro intacta.

El curso pasado pasamos el primer trimestre en las caracolas -incluso nos instalaron de manera provisional una más porque no cabíamos- y el último día lectivo del trimestre, el 20 de diciembre de 2013, nos mudamos al nuevo edificio. Una construcción preciosa -al menos a mí me lo parece, y no tiene nada que ver los colores… :-)-. Con el cargo de secretario en lo alto «me toca» realizar todas las gestiones de altas, acometidas, incidencias… luz, agua, gas, teléfono, internet, red corporativa… yo siempre digo que he realizado un máster, porque ya sé lo que es REDEJA, distinguir lo que es la distribuidora de la suminstradora y de la comercializadora de energía eléctrica, lo cual no es nada fácil, os lo aseguro.

Pues bien, tras múltiples gestiones y no pocos problemas -y ayudado y asesorado por un montón de gente, esa es la verdad… ¡la ventaja de tener un montón de amigos que me quieren!- empezamos nuestra andadura en este nuevo edificio del IES Chaves Nogales. El cambio era sustancial: teníamos Biblioteca, aulas-taller, laboratorios, aulas específicas, Departamentos… una maravilla, vamos. Y encima un claustro con ganas de trabajar, de participar en proyectos, de trabajar de forma colaborativa y, en definitiva, de CONSTRUIR.

Este curso ya somos 47 profesores y profesoras y más de 600 alumnos/as. Seguimos creciendo, lo cual hace que cada vez sea más complicado todo, pero cuando la actitud es positiva, el talante es dialogante y se sigue queriendo construir, se pueden hacer cosas. Y en esas estamos. Nos encontramos con piedras en el camino, eso sin duda, y buena muestra de ello es el acto vandálico sufrido este fin de semana, pero esto lo único que va a hacer es darnos más fuerzas para seguir, para estar más unidos si cabe -profesorado, personal no docente, alumnado y familias-. Da gusto ver los ofrecimientos que nos llegan de ayuda de toda nuestra comunidad educativa, pero no se queda en el ofrecimiento, son hechos: nuestros chicos se han puesto a limpiar sus mesas, sus sillas, sus aulas y los profes ayudando, nuestros ordenanzas se han puesto a recoger los restos del incendio. Daba igual mancharse, ahí estamos todos a una. ¿Y los gestos de solidaridad y ánimos recibidos desde las redes sociales? Geniales. Muchas gracias a todos.

Ahora sólo esperamos que la Administración responda como es debido, porque un centro que todavía no ha cumplido un año -ni ningún otro- se merece dejarlo todo como está. Hay que arreglarlo y volver a dejarlo como estaba. Y os aseguro que por nosotros no va a quedar… Ya estamos tardando…

Seguimos…