Os presento a una artista: Patricia Díaz

Os dejo la última grabación realizada por mi hija Patri en un estudio de grabación profesional. Se trata de la canción «Amarte por mil años más». Espero que la disfrutéis tanto como yo la he disfrutado:

En próximos posts pondré nuevas canciones de Patri.

Una Semana Santa diferente

Cartel de la Taberna cofrade "Tós x ="

Ayer fue Viernes de Dolores y no empezó muy bien la cosa, pues sólo pudo salir una de las hermandades del día, la de Bellavista. La lluvia hizo estragos a primeras horas de la tarde, aunque a partir de las 8 ya no volvió a llover.

Hoy es sábado de Pasión, un día importante en nuestra familia, pues sale a la calle – si el tiempo no lo impide, que esperemos que no- la Hermandad de San José Obrero, una de nuestras hermandades. Mis sobrinos Manu y Ángela, mi mujer y mi hija Patri irán de nazareno y por primera vez harán estación de penitencia al templo de los Gitanos. Y allí intentaremos estar. Parece que el tiempo dará hoy una tregua y podrán salir las hermandades del día a la calle.

Y por la noche habrá que cambiar la hora. Y mañana será Domingo de Ramos, uno de los días más bonitos del año y al que le pega que siempre haga sol, pero parece que este año no será así, al menos desde por la mañana, aunque esperemos que esto no sea impedimento para que podamos disfrutar de las cofradías del Domingo de Ramos sevillano.

Según los partes meteorológicos que he visto y escuchado, parece que a partir del Lunes Santo el tiempo mejora, hasta el jueves inclusive y es a partir de la madrugada del viernes cuando parece que puede venir otro frente que puede hacer peligrar el final de la Semana Santa, aunque esto todavía no se ve muy claro. Tendremos que esperar a que avance la semana para tener pronósticos más certeros.

¿Por qué será para mí una Semana Santa diferente? Pues fundamentalmente porque no podré vivirla como suelo vivirla habitualmente. Será la primera Semana Santa sin mi madre, que no es que ella fuera muy capillita, pero teníamos esos momentos, esas costumbres, esas tradiciones… que repetíamos año a año. Ese lote de coser botones en las túnicas de nazareno mía y de sus nietos, de pegar escudos en las capas… Esas torrijas y corbatas que hacía y que tan buenas estaban. El ver a sus nietos de nazareno, el ver a la cofradía del Polígono San Pablo por la calle Venecia toda la familia juntos, el ver por la mañana del Viernes Santo a su hijo y a sus nietos acompañar a la Virgen de las Angustias de nuestra hermandad de los Gitanos. Momentos que quedarán en el recuerdo.

Por primera vez en mi vida no he sacado la papeleta de sitio para salir de nazareno acompañando a mí Virgen de los Gitanos. El año pasado cumplí 50 años de hermano y por primera vez me quedo sin salir, porque el tratamiento que estoy siguiendo no me permite hacer la estación de penitencia. Pero el año que viene, Dios mediante, ahí estaremos de nuevo con más fuerza que nunca.

Soy el más capillita de los tres hermanos y he tenido la suerte de que a mi mujer y a mi hija Patri también les guste mucho esto. Este año tendremos que ir más relajados y no podremos ver tantas cofradías ni en sitios tan complicados de gente y bullas como nos solíamos meter, pero intentaremos disfrutar de la Semana Santa lo mejor posible, porque la Semana Santa de Sevilla es única.

Dicen que las cosas que se maman desde chico es difícil después cambiarlas. Yo no estoy muy de acuerdo con esta afirmación, pero desde luego en el caso de mis vivencias de semana santa sí que se cumple. Mi infancia cofrade transcurrió en la calle Placentines, en el taller de encuadernación de mi familia materna “Encuadernación Gutiérrez”, un sitio estratégico para vivir la Semana Santa, junto a la catedral y a la cuesta del bacalao, por el que pasaban -y siguen pasando- una gran cantidad de cofradías y donde disfrutábamos muchísimo. Es verdad que no había la masificación que hay hoy en día, los pequeños nos podíamos mover libremente para pedir caramelos, cera, etc (en aquellos tiempos no había estampitas). Pero esto ya lo conté en este mismo blog hace 10 años.

Señor de las Tres Caídas de San Isidoro por Placentines

Era una forma muy familiar de vivir la Semana Santa. De hecho, mis padres, mis tíos y algunos de mis primos, una vez que la familia dejó el taller de encuadernación, prácticamente no volvieron al centro para vivir la Semana Santa, salvo para ver a Los Gitanos y poco más.

Nosotros sí seguimos, intentamos disfrutar la Semana Santa al máximo. Este año será algo distinta, sí, pero la disfrutaremos también.

¡Feliz Semana Santa para todos!

Manuela Rodríguez, la chica del OK

Nos dejaste, mamá. Y qué duro se nos está haciendo… pero no dudes ni un solo momento que seguiremos adelante, todos unidos, como a ti te ha gustado siempre.

Manuela Rodríguez, la Manoli, como todo el mundo te llamaba, GRANDE entre las grandes, mujer de bandera, madre, esposa, abuela, tía, hermana, suegra…. como nadie he conocido. Y es que es difícil destacar en tantos aspectos, pero está claro que eso va en la persona y a ti en buena persona es difícil hasta empatarte.

Seguro que muchos dirán que se me ve el plumero, que si yo era tu ojito derecho, que si tú eras mi ojito derecho… y no les falta razón. Tengo que reconocer que yo sentía -y siento- auténtica predilección por mi madre, porque me ha demostrado a lo largo de toda la vida lo luchadora que ha sido, lo trabajadora que ha sido, lo bien que ha sabido llevar adelante su familia… y, en definitiva, lo líder que ha sido para todos los que vivíamos alrededor de ella.

Nos has dejado con 74 años, la misma edad con la que nos dejó papá hace 8 años, justo el día antes de ganar mi Sevilla FC la última Copa del Rey en Barcelona. Y ahora tú, justo el día después de la hazaña del Sevilla en Manchester, nos dejas. Maldito cáncer. Maldita epidemia del siglo XXI. Lo que más siento es que te hayas ido con la pena de verme malito, pero tú no te preocupes porque de esto vamos a salir sí o sí, pues hay mucha gente empujando para ello.

¿Y esto de “la chica del OK”? Tu seña de identidad de los últimos tiempos, mami. Desde que me dijiste aquello de: “Juanma, yo quiero tener un móvil para ver las fotos de mis nietos, que es que las veis ustedes y yo no las veo”. “Venga mamá, vamos a modernizarnos, vamos a por un smartphone, vamos a ponernos el whatsapp, cuenta de Facebook y vamos a trastear…” Y así empezó ella con las redes sociales: cada frase que escribía la acababa con un OK, era su seña de identidad. Comentaba todo lo que poníamos sus hijos y gente allegada, encontró a gente que hacía tiempo que no veía, le gustaba y nuestros amigos estaban encantados con ella. Eso que dicen de “genio y figura hasta la sepultura” lo hemos llevado hasta las últimas consecuencias y hasta en su esquela aparece:

Andaluza por los cuatro costados, defensora de tu tierra y de tu gente, devota a más no poder, pidiendo por todos los que te rodean y cumpliendo una promesa tras otra… Tú sí que te mereces la medalla de Andalucía, por todo lo que has hecho a lo largo de tu vida. “La chiquitita”, cómo te decían tus hermanas… No era nadie la chiquitita… qué manera de organizar… ¡Que organizar no es lo mismo que mandar, eh! No nos equivoquemos… 🙂

Y esta mañana no me sonará el teléfono como lo venía haciendo todas estas mañanas atrás para preguntarme cómo había pasado la noche, que si me había dolido el brazo… y yo preguntarte cómo estabas tú. Y a mediodía otra vez… y por la noche otra vez… y lo echaré mucho de menos. Tú más preocupada por mí que por lo que tú tenías en lo alto, como siempre te ha pasado. Pero estoy muy contento de poder habernos despedido de ti como a ti siempre te ha gustado: todos juntos en casa.

El haber sido capaz de construir una familia como tú has construido, el haber sido capaz de que te quiera y te aprecie tanta gente, se ha demostrado a la hora de despedirte. Ha sido una cosa impresionante la cantidad de gente que nos ha acompañado, que nos han mandado besos y abrazos y que han querido estar contigo, y esto sólo es porque tú te lo has ganado. Orgullosos que estamos de ti.

No me cabe la menor duda de que San Pedro ha tenido que sacar la alfombra de las grandes ocasiones para recibirte allí arriba, porque tú aquí abajo has hecho los deberes pero a base bien: No se ha podido rezar más en la vida, no se han podido visitar más cristos, vírgenes y santos, no se han podido realizar y cumplir más promesas… pero esto no es lo importante; lo verdaderamente importante es que no se ha podido ser más buena persona que lo que tú has sido. Y esto allí arriba lo tienen que tener muy en cuenta…

Hasta siempre, mamá. Dale un besito a papá y ya sabes que por aquí… seguimos.

Te dejo aquí una canción interpretada por tu artista favorita: tu nieta Patri que dice eso de… «Vivimos siempre juntos».

Empezamos…

Tras más de 3 meses y medio de visitas a médicos, realización de analíticas y pruebas varias y papeleo diverso, hoy por fin comienzo mi tratamiento para terminar con eso malo que ha entrado en mi cuerpo, que se cree que ha entrado para quedarse, pero eso no se lo cree ni harto de vino, vamos a por él y vamos a poder con él.

Me han detectado un mieloma múltiple que me ha dañado el húmero derecho. Esto requiere un tratamiento combinado de pastillas y quimio para tratar el mieloma y de sesiones de radioterapia para tratar la lesión del hombro. Será un tratamiento largo, en principio de varios meses y desde luego que no será fácil, más que nada por los posibles efectos secundarios que tienen este tipo de tratamientos. Pero yo estoy animado, me encuentro fuerte y con toda la ayuda que estoy recibiendo aún más, por lo que no me cabe la menor duda de que vamos a poder con ello.

¿Que por qué lo cuento por aquí si esto es algo que pertenece al ámbito privado de cada uno? Simplemente porque me siento en deuda con la cantidad de compañeros, amigos y familiares que, de una u otra forma, se han preocupado -y se siguen preocupando- por mi salud. Es tal la cantidad de llamadas y mensajes recibidos por distintos medios que si tuviera que hacer una lista necesitaría varios folios. Muchas gracias por hacerme sentir tan querido.

Y hacerle caso a los médicos, que son los que saben de esto, Muchas gracias a los doctores Santos y González y a las doctoras Fernández y Pereira y a sus respectivos equipos por el trato recibido en todo momento. En profesiones como la medicina o la educación se nota mucho quien la ejerce por vocación y quien no, porque se trata con personas y yo he tenido la suerte de que los médicos que me están atendiendo son vocacionales.

Muchas gracias también a mis compañeros y amigos del IES Chaves Nogales, de las redes, de mi claustro virtual, de los eaberos, de mi grupo de “los del 67”, de mi grupo de la feria, de mi coro, de mi grupo de “repensar la primaria”, de mis amigos matemáticos, de mis googleros de GEG España, de mis vecinos, de mi grupo de padeleros, de mis alumnos, de sus padres… En definitiva, gracias a tod@s por estar ahí y mandarme tantos ánimos y energía positiva.

Mención aparte merecen mi gente más cercana: mis hermanas, mi cuñado, mi sobrino Migue y mi tío, que están volcados en el cuidado de “la chica del ok”, de la más grande: mi madre. Está pasando una mala racha y lo que más siento es no poder ayudar como yo quisiera. Y mis hijas y mi mujer están centradas en ayudarme a mí. Lo de mi mujer es espectacular. ¿Alguien sabe dónde se puede encargar un monumento? Porque creo que Mercedes Delgado -mi Merchi- se merece un monumento. Debido a mi inutilidad -no puedo mover prácticamente nada el brazo derecho-, la necesito prácticamente para todo, desde ayudarme a vestirme hasta llevarme a todas las pruebas médicas. Aunque mi enfermera Sole dice que “de inútil nada”. Que inútil es alguien que no quiere revertir la situación y que ese no es mi caso. Pues si es así efectivamente tienes razón, Sole porque está claro que yo quiero revertir la situación y lo vamos a conseguir, con la ayudita también del que está ahí arriba.

Y gracias a la recomendación de mi amiga Consuelo seguiremos cantando eso de… Resistiré…

Empezamos… y seguimos.